El ferrocarril del Canfranc sabemos todos cómo esta. Bastante abandonado de la mano de Dios... y del Gobierno. Tal y como lo presenta Heraldo hoy, no parece muy atractiva esa opción. Corte en la línea por desprendimientos, por nieve, además de la lentitud de la línea (70 kilómetros por hora) por las deficiencias de la infraestructuras, lo que supone que el viaje Zaragoza-Canfranc tarde en cubrirse cuatro horas. Y la modernización, de momento, aún no tiene fecha ni inversión prevista. Recientemente, el Ministerio de Fomento ha renovado el tramo Caldearenas-Jaca, pero no ha servido para mejorar ni un minuto de viaje. Y es triste lo que pasa con esta línea. Las mejoras son tan flojas que tan apenas inciden en mejoras. Lo mismo le ha pasado al tramo Zaragoza - Teruel.
Pero yo me pregunto por qué el cambio de traviesas no permite una mayor velocidad... De todas formas, creo que el problema del Canfranero se tiene que pensar no tanto en un evento deportivo de duración 2 semanas, sino en los verdaderos usuarios, aquellos que lo usan porque no tienen más remedio y aquellos que lo podrían utilizar si diera mejor servicio. Indudablemente, la excusa de la cita deportiva podría ser una buena excusa para tener la infraestructura en condiciones para dar un servicio adecuado... pero no nos engañemos. La rapidez, la seguirá dando la carretera a no ser que apostemos por una vía de alta velocidad, por lo que ya no estaremos hablando del Canfranero sino de otra cosa.
El Canfranero tiene su gracia. Debe explotarse, además de como medio de transporte público, como un atractivo turístico, e ir acondicionando los diferentes tramos existentes para dotarle de más velocidad, pero no olvidemos que ante todo, da servicio a localidades que posiblemente no tengan servicio de autobús. ¿También está en mente de la DGA denegarles el tren?
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