miércoles, marzo 03, 2021

EN MARCHA LAS OBRAS PARA RECUPERAR EL EDIFICIO DE LA PRIMERA SEDE DEL MUSEO DEL TRANSPORTE DE ARAGÓN, EN CAMINREAL (TE)

AD publicaba ayer que el Departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda impulsa las obras de rehabilitación del edificio de la antigua estación de Caminreal que servirá para recuperar este edificio llamado a ser una de las sedes del Museo del Ferrocarril de Aragón. El consejero José Luis Soro ha visitado este martes las obras, adjudicadas a la empresa Construcciones Iberco S.A., que se desarrollarán a lo largo de los próximos 9 meses con un presupuesto de 1.116.344,39 euros (IVA incluido). José Luis Soro ha destacado que este es el primer paso “para el inicio de las obras que supondrán recuperar el edificio de Luis Gutiérrez Soto y crear la primera sede del futuro Museo del Ferrocarril de Aragón”.

Los trabajos que se iniciaron hace un mes y que se están llevando a cabo corresponden a la primera fase de la rehabilitación de este edificio. Consistirán en reparar la cubierta y recuperar los exteriores de la manera más fiel al aspecto original incluso recuperando elementos como los faroles adosados a las fachadas, el reloj y la campana.

Soro ha destacado que “en la primera planta del edificio se proyecta la creación de un albergue mientras que la planta baja se destinará a uso
museístico y una cantina-bar y cocina”. El consejero ha destacado que “el objetivo es que este edificio se vuelva a llenar de vida y que permita un desarrollo económico en la zona”. El proyecto busca la recuperación del aspecto original de la estación.

Tras estos trabajos se licitará una segunda fase de rehabilitación del edificio centrada en los servicios que se prestarán en el interior con un presupuesto de más de un millón de euros. La rehabilitación de este edificio, en su conjunto, será de 2.474.763 euros (IVA incluido). Soro ha destacado que “el edificio no cuenta con daños estructurales graves, pero sí presenta los efectos del abandono y del vandalismo, por eso es vital intervenir ya para poder recuperar de la manera más fiel posible cómo era esta estación”. Los primeros trabajos que se han llevado a cabo han servido para realizar la limpieza de la vegetación, escombros y basuras presentes en el interior y el exterior del edificio. Se ha actuado también en la eliminación de tabiques y en la recuperación de pavimentos originales.

Se intervendrá en la cubierta procediendo al retejado de la misma y la mejora de algunos de los elementos metálicos de la estructura. José Luis Soro ha señalado que “queremos preservar la imagen original del edificio por lo que la actuación en el exterior respetará y recuperará los elementos originales en la medida de lo posible usando técnicas de restauración”. En lo que se refiere a la carpintería “se imitará en lo posible la estética de la original, pero es preciso la sustitución de todas las piezas por materiales más aislantes y seguros”. De cualquier modo, se restaurará por lo menos una de las ventanas de cada tipo existente en el edificio original. Las ventanas se instalarán en la segunda fase.

Respecto a las obras que se desarrollarán en el interior, Soro ha señalado que “uno de los objetivos es rescatar también los elementos más característicos, pero a la vez, convertir el edificio en un espacio funcional”. Se instalará un ascensor para garantizar la accesibilidad a la zona de albergue, se mejorará el aislamiento “pero queremos conservar la esencia del espacio buscando los colores originales de la estación, imitando la carpintería original y restaurando los pavimentos originales que puedan recuperarse” ha concluido Soro.

Se trata de un proyecto que se gestiona desde la Dirección General de Urbanismo a través de Suelo y Vivienda de Aragón. Está cofinanciado a través de los fondos FITE. La estación de Caminreal fue construida en 1933. Se trata de un edificio de dos plantas con una torre y un porche, destaca su belleza en las formas a la vez que su funcionalidad. Está catalogada como Patrimonio Cultural Aragonés.

El proyecto global de esta sede del Museo del Ferrocarril de Aragón en Caminreal-Fuentes Claras prevé la construcción de una nave, de 2.578 metros cuadrados y con un presupuesto superior a 4,140.782 millones de euros, que servirá de cochera para locomotoras y vagones de diferentes épocas. Esta nave se ubicará junto al edificio de la estación, pero en el término municipal de Fuentes Claras.

La reivindicación de las ocasiones ferroviarias

El consejero ha destacado que esta estación es además un símbolo de la prosperidad asociada al ferrocarril. La unión por tren de Teruel y Zaragoza con Valencia y Canfranc para crear una red de transporte. El futuro Museo del Ferrocarril de Aragón, cuyo primer paso se da en Caminreal-Fuentes Claras es “una reivindicación de la necesidad del Corredor Cantábrico Mediterráneo de altas prestaciones que tiene que servir como impulso para que Aragón sea clave en materia logística”
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MEJORAS EN AUTOBUSES Y TRANVÍA DE ZARAGOZA, PARA AUMENTAR LA SEGURIDAD DEL AIRE QUE SE RESPIRA EN SU INTERIOR

Según información de AD, los estudios llevados a cabo a lo largo de las últimas semanas por el Laboratorio de Combustión Industrial perteneciente al Liftec y Instituto de Investigación Sanitaria Aragón dentro del proyecto CoviBlock, tanto en autobuses como en el tranvía, avalan la hipótesis inicial de que viajar en transporte público en nuestra ciudad no implica un especial riesgo de contagio en comparación con otras actividades de la vida cotidiana. Así, tal y como se indica en uno de los estudios, asociar los conceptos de “medición de concentraciones de CO2” y “riesgo de contagio por transmisión aérea del virus” exige tener en cuenta otros factores como el tiempo medio de exposición (aproximadamente, 7 minutos de media en el caso del tranvía) y la presencia de sistemas de purificación o filtración de aire implementados.

Además, como también apuntan estos mismos estudios, también deben ser consideradas las medidas preventivas complementarias para evitar el contagio por transmisión de aerosoles, tales como pueden ser el uso obligatorio de mascarillas y permanecer en silencio y cuyo compromiso por parte de la ciudadanía es fundamental.

El estudio realizado en el autobús urbano, encabezado por Javier Ballester, ha analizado el nivel de CO2 que se alcanza bajo distintas condiciones, tanto para ocupación controlada, como en funcionamiento ordinario en tres líneas de autobús de la flota de Avanza Zaragoza con una ocupación promedio alta: Circular 2, línea 33 y línea 38. Los resultados evidencian que, aunque es evidente la relación entre número de viajeros y concentración de CO2, lo que resulta determinante es la ventilación, ya que los datos mejoran considerablemente en todos los casos cuando todas las entradas de aire exterior están abiertas. Para las ocupaciones y vehículos analizados, con todas las ventanillas y claraboyas abiertas, en general la concentración de CO2 no ha superado niveles excesivos. Del mismo modo, en la cabina del conductor, aunque un incremento de niveles de CO2 no se considere teóricamente de riesgo, bastaron 15 e incluso 7 centímetros de apertura de la ventanilla del conductor para conseguir que el nivel de CO2 en la cabina se encuentre por debajo del que existe en la zona delantera del autobús.

Implantación de medidas complementarias en el bus

A la vista de los resultados en el autobús urbano, el Ayuntamiento de Zaragoza y Avanza han estipulado que todas las ventanillas y claraboyas de los vehículos permanecerán siempre abiertas. Para garantizarlo, los equipos que se encargan de la desinfección diaria abren todas las ventanas al finalizar su trabajo (contribuyendo también a que se evaporen los productos químicos utilizados), de modo que los vehículos las llevan siempre abiertas cuando salen de cocheras. Además, durante el servicio, los conductores tienen la instrucción de revisar que permanecen abiertas cuando llegan a terminal. Como medida de refuerzo dirigida a la ciudadanía, se están colocando pegatinas indicativas de la prohibición de cerrar las ventanillas en cada uno de los vanos de los autobuses.

En cuanto a los equipos de aire acondicionado, ya está en marcha la sustitución de mantas filtrantes del tipo G4 por otras M5 que mejoran el filtrado del aire en un 50 por ciento respecto al modelo anterior. Actualmente un tercio de la flota ya dispone de este sistema de filtrado. Por indicación municipal, Avanza continúa trabajando, además, en la implantación de nuevos sistemas que permitirán disponer de información sobre los aforos en tiempo real de los vehículos, para conocer en cada momento cuántas personas viajan y la capacidad disponible. Destaca un sistema de conteo a través de cámaras que detectan el número de pasajeros de desciende del vehículo. Ese dato, unido al que proporciona el módulo de billetaje cuando el usuario accede al autobús, proporcionará la cifra total de pasajeros que se encuentran a bordo, que el conductor podrá ver en su pantalla en todo momento. En cada vehículo se colocan dos cámaras, una sobre cada puerta trasera. De momento, se han instalado en alrededor de 200 vehículos, y el sistema operativo se ha configurado ya en 70 de ellos. El sistema está actualmente en fase de calibración para realizar todos los ajustes necesarios. La previsión es aplicar el sistema a la totalidad de la flota.

Casi 300 trayectos completos analizados en el tranvía

En el tranvía, tras los estudios realizados por Juan José Alba López, Marta Baselga Lahoz y Alberto Jiménez Schuhmacher, se han obtenido registros de niveles de dióxido de carbono comprendidos en un periodo de 53 días, habiéndose monitorizado —en ese periodo— cerca de 300 trayectos completos. El estudio en el tranvía indica que puede considerarse preliminarmente que los registros obtenidos de “incremento de CO2” no representan un entorno de alto riesgo de contagio por aerosoles, aunque existe un margen de mejora que debe aprovecharse a través de las acciones propuestas, especialmente en las zonas y momentos donde se produce la mayor ocupación del tranvía fundamentalmente, en el tramo central de su recorrido, entre Gran Vía y Chimenea.

Además, se instalaron un total de 8 sensores fijos y otros dos sensores fueron utilizados como dispositivos móviles para verificar posibles desviaciones de las medidas en el interior del tranvía, incluida la estratificación en altura. El objetivo era obtener mediciones realistas y uniformes, representativas del nivel de exposición experimentado por un usuario medio, sin correr el riesgo de que la medición fuera alterada como consecuencia de la exhalación directa de los pasajeros.

Nuevo filtros en todos los convoyes

A la vista de las mediciones, en Los Tranvías de Zaragoza se van a poner en marcha nuevas medidas, que se suman a las ya implantadas. En este sentido, se está llevando a cabo, desde esta semana, el cambio, en las 21 unidades del tranvía de filtros PM2,5 70%, que suponen una importante mejora en la capacidad de filtración de pequeñas partículas, en los equipos de ventilación y aire acondicionado. Ya se han instalado también pegatinas en todas las ventanillas practicables, indicando que éstas deben permanecer siempre abiertas. Y esta misma semana también se están llevando a cabo pruebas para la modificación de la recirculación del aire en el interior del tranvía, con la implementación de un sistema que permite una mayor incorporación del aire exterior. La construcción del prototipo para la mejora del retorno comenzó el 15 de febrero y concluyó el 19. Las pruebas en el tranvía están realizando esta semana y la instalación en toda la flota se desarrolla desde el 26 de febrero al 12 de marzo
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