lunes, agosto 06, 2007

TOKYO: AUTOBÚS, METRO, CERCANÍAS, TRANVÍA, MONORAIL...

Tokyo, capital de Japón, con sus más de 13 millones de habitantes, puede presumir de tener una amplia gama de métodos de transporte que conviven, aun perteneciendo a diferentes compañías, pero con una tarjeta inteligente que es válida en todos ellos:
La tarjeta Suica, que como la tarjeta bus, tiene un coste inicial de 500 Yenes (3 Euros) y permite su uso en varias compañías aunque siempre que se cambia de compañía ha de abonarse de nuevo el billete. Curiosamente, su uso, no se limita al transporte sino que además, se puede incluso comprar con ella, bebidas de algunas maquinas expendedoras, que normalmente se encuentran en cada esquina...

La complicada red de metro servida por dos compañías diferentes, que tienen 9 y4 líneas respectivamente. La red permite el intercambio de una línea a otra, aunque al tratarse de Japón, las cosas no son fáciles. Como digo, permiten el intercambio entre las líneas de una misma compañía sin tener que pagar de nuevo un billete. Cuando se cambia de una compañía a otra se puede seguir usando la tarjeta, pero el cambio descontará el importe de nuevo de la tarjeta. Para complicar la vida al viajero (extranjero sobretodo) hay paradas que perteneciendo a la misma compañía, para hacer la conexión es necesario salir y volver a pagar el billete. Cosas curiosas del metro de Tokyo.
Este mapa incluye también las líneas privadas, (líneas finas) la línea de tranvía, y de monorrail, además del metro elevado que circula con ruedas neumáticas y que es la última línea que se ha construido, que da servicio a la zona de la Isla de Odaiba, así como a la Feria de Muestras de Tokyo.
Además la compañía nacional de ferrocarriles (JR) dispone de innumerables líneas de cercanías, que a las veces hacen de líneas (¿exprés?) de metro. La más utilizada es la línea Yamamote, que es una línea circular (color verde claro) que normalmente te lleva a cualquier destino que quieras... Curiosamente es la línea que más he utilizado.
Tokyo, un entresijo de túneles, puentes, raíles, autopistas elevadas, y sobretodo, mucha gente por todas partes... Lo que más impresiona es que pese a las aglomeraciones, la gente respeta los carriles de subida y bajada de las estaciones.
Los famosos empujadores ayudan a los viajeros a subir ordenadamente al tren y son los propios viajeros los que se empujan (de espaldas) para hacerse un hueco en los abarrotados vagones. Pero aunque los propios japoneses mira con una sonrisa al extranjero que les pregunta sobre la existencia de los mismos, a mi, la verdad es que se me ha caído el mito. Verlos los he visto, pero de empujar... nada. Eso si, tanto los supuestos "empujadores" como los taxistas, conductores de trenes/metro/tranvía y autobús, estoicamente, y bajo el calor horroroso que reina en verano en Japón, utilizan los guantes blancos para realizar su trabajo. Pese a ser muy difícil encontrar papeleras (parece que la filosofía japonesa pasa por llevarse a casa su propia basura) la ciudad está extremadamente limpia. Son 13 millones que se desplazan constantemente de un lado a otro. Los trenes/metros y tranvías están constantemente pasando... lo que hace que las esperas no sean largas, y los pasajeros se vayan distribuyendo.
Autobuses, la verdad es que vi pocos, pues los desplazamientos los hacía en JR y metro. Pero la verdad es que los autobuses no parecían excesivamente modernos... Además, con los atascos que se veían... ¿quién es el guapo que se monta en un autobús?

La única línea de tranvía (Línea Arakawa) circunvala la ciudad por el norte. La mayor parte del recorrido la realiza por vía exclusiva, pero también tiene zonas donde tiene que "luchar" con los coches en algún cruce... para los usuarios de la línea no es un problema, como tampoco parece serlo para los conductores. Se trata de tranvías pequeños, con una frecuencia de paso de 5 minutos aproximadamente, pero la sensación era que no había que esperar tanto para coger el siguiente. En las cocheras, exhiben 2 vehículos antiguos. Parece que la ciudad disponía de innumerables líneas, que con la extensión de las redes de metros y cercanías, fueron desapareciendo. Esta línea parece que se conserva con cierto mimo.
Una experiencia inolvidable. Y no ha de ser una red que haya que evitar por miedo a perderse. Todo está claramente señalizado, incluso en letras romaníes, por lo que no habrá problema de saber donde se encuentra uno... el intentar obtener información de la gente, resulta ya más difícil. Uno de los pocos países donde es difícil encontrar gente que hable inglés...

2 comentarios:

Sylar - DestruirZaragoza dijo...

Muy muy interesante.

Yo me quedé sorprendido de lo bien montado que tenían el transporte público en Alemania, pero por lo que cuentas estos todavía más.

En fin, cosas que tienen los país civilizados.

Chusanch dijo...

Como en todas partes, siempre hay lugar para críticas... jejeje