MILÁN, CIUDAD DE TRANVÍAS

Milán es una ciudad curiosa. Con todo lo avanzada que está en el mundo del diseño, en lo que se refiere al transporte, está bastante anticuada, obsoleta diría yo. Ya con el logotipo y web de su compañía de transporte, ATM, que parece algo del pasado. Todavía dispone de 21 líneas de tranvías, algunas de las cuales, todavía disponen de vehículos de los años 20, que pone de manifiesto, que el tranvía tiene una duración de vida extensa.El grave problema que tienen los ruidosos, pero entrañables tranvías es que circulan por calles donde el trafico general discurre por el mismo trazado que el tranvía. Además, no tienen prioridad semafórica, algo que les hace ser lentos. Bajo mi punto de vista, no dejan de ser aquellos tranvías que teníamos en Zaragoza, o lo que es lo mismo, autobuses sobre raíles. Milán también dispone de nuevos tranvías, que aportan esa capacidad extra a las líneas en las que están asignados.

Pero, aunque en algunos tramos disponen de plataforma reservada, también tienen que esperar en los semáforos a que les toque pasar. Un recorrido lento y poco atractivo.

Se ven muchas calles con trazado de raíles en desuso. Quizás esta mala gestión o la construcción de las 3 líneas de metro han supuesto el cierre de esas líneas. El metro es frecuente, pero en según que horarios y según qué línea, se queda infinitamente pequeño.

Quien haya visitado la ciudad italiana en época de feria, lo habrá comprobado. La frecuencia no es adecuada a la demanda. La feria, en RHO, fuera de la zona urbana del metro, se encuentra en el final de línea, que desde DUOMO, son 17 estaciones, en las que, según que tren te toque, puedes ir como borregos, sin aire acondicionado todo el camino. El resto de la red, está en expansión. Tanto la línea verde como la amarilla ampliarán sus túneles al extrarradio de la ciudad. Además, hay dos líneas más previstas para dar servicio a la EXPO a la que celebrarán en 2015. Las líneas de cercanías, conocidas como Pasante y numeradas S1 al S11, también apoyan al metro tanto en su tramo urbano como interurbano.

Milán, además, dispone de trolebuses. 4 líneas (dos de ellas, circulares) disponen de vehículos bastante anticuados, aunque también se ve alguno que otro moderno, con ese toque de diseño que tanto caracteriza a la ciudad italiana.

Al igual que ocurre con el tranvía, tampoco disponen de prioridad semafórica y en algunos tramos, circulan con el resto del tráfico, sobretodo, en las plazas rotonda, que suelen ser puntos conflictivos para el tráfico.

Un ejemplo a no seguir, si queremos que nuestro tranvía, sea eficaz.