Los autobuses a Zaragoza, repletos (o no) de turistas, llegan constantemente. Son comunes en estos días, las visitas de sudamericanos que vienen a ver a la Virgen del Pilar. Algunos de ellos, solo están en nuestra ciudad entre 30 y 45 minutos, por increíble que parezca. Tiempo más que suficiente para entrar a la basílica y hacer cuatro fotos nada más. Pero para algunos, no se necesita más.
Para que estos autobuses puedan dejar a todos estos pasajeros, detrás del Pilar, en Echegaray y Caballero, hay un aparcamiento que permite esto. Pero es un aparcamiento exclusivamente ideado para descargar o cargar (5 minutos) y después "desaparecer" de ahí. Ahora, con la EXPO en marcha, no ha aumentado el tiempo de visita a la ciudad, pero sí el número de autobuses que se acercan al Pilar y luego han de buscarse la vida para volver a recoger al personal.
La ciudad, sigue sin disponer de un aparcamiento de corta estancia para estos vehículos, donde sus conductores puedan aparcar sin temor al "papelico" rosa de la policía, puedan comer, sin tener que aparcar en el quinto pinto fuera de cualquier sitio medio habitado y sobretodo, que disponga de una serie de aseos para que no sigan el consejo de algún guía graciosillo que aconseje el "riego" de los "matorrales" de la acera de enfrente...
Siempre están los conductores de autobús listillos que dicen: "¡Bah! como solo son 30 minutos, me quedo aquí, que no molesto a nadie..." Y los hay. Mientras tanto, la policía que vigila el Ayuntamiento, pasa olímpicamente de estos caraduras y aun peor, de los atascos que ocasionan, obligando a otros autobuses a descargar en uno de los carriles de Echegaray, con todo el peligro que ello conlleva.
Esta parada, debería estar más controlada, para evitar atascos y para que todo autobús que llegara a la ciudad, tuviera donde cargar o descargar sus pasajeros.
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