La propuesta de aumentar en cuatro céntimos de Euros los peajes para camiones de más de 3.5 toneladas que quiere presentar la Comisión Europea. Con ello, quieren "pagar" no sólo los costes de construcción y mantenimiento de las carreteras, sino también los costes medioambientales, como comenta el Periódico de Aragón de hoy. Según comentan, con esta medida, se prevé una reducción de entre un 6% y un 8% en las emisiones de efecto invernadero de los camiones, según los cálculos de Bruselas.
Si hasta ahora, los camiones hacían poco uso de las autopistas y utilizaban las carreteras alternativas, donde no tenían que pagar por circular... ¿no creen estos burócratas europeos, que con esta medida, se incrementará el tráfico por las carreteras? ¿O es que los austriacos, franceses y alemanes, solo tienen autopistas? Estos tres países, denominados en el artículo como países de tránsito, están a favor de la introducción de esta medida. Los países "periféricos", donde se encuentra España, están en contra, por temer que estas medidas, encarezcan AUN MÁS, las exportaciones.
Si lo que se quiere es evitar costes medioambientales, los camiones deberían ser reconducidos a las autopistas, donde se van a encontrar menos problemas, menos acelerones, menos frenazos, menos accidentes,... Eso es mirar, no solo por el medio ambiente, sino también por el bienestar de la sociedad. Está claro que estos burócratas simplemente miran por el interés económico de sus países... y da la sensación, que poco velan por el medio ambiente.
Lo que Europa ha de mirar es de solventar el problema de la saturación de camiones, ofreciendo, por ejemplo, un transporte ferroviario competitivo. Que los trayectos largos se realicen en tren, y los más cortos se realicen por carretera. Incluso, con el camión montado en el tren. Recordemos, por ejemplo, el túnel de baja cota por el Pirineo Central. Está orientado a transporte de mercancías, que reduciría, considerablemente, el tiempo de tránsito, los accidentes, la polución... pero claro... es más fácil incrementar impuestos.
Opciones hay muchas. La medida que está a debate es más un castigo, que una solución, además de convertirse en otra fuente de recaudación. Pero así, Europa no busca soluciones a este problema, simplemente, gana más.
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