Según informa HdA, las obras del tranvía obligaron a la empresa responsable de este medio de transporte a talar medio centenar de árboles que habían muerto en el bulevar de Fernando El Católico y Gran Vía durante la instalación de las vías y las catenarias, una actuación criticada por vecinos y ecologistas que ya se ha comenzado a subsanar. A lo largo de esta semana, la sociedad Los Tranvías de Zaragoza ha comenzado a plantar los nuevos ejemplares, 45 plátanos que ya rellenan algunos de los huecos dejados por sus antedecesores, árboles, eso sí, de mucho mayor porte.
Pero además, el compromiso que se adquirió en su momento de plantar dos nuevos árboles por cada uno que se talara. Estos nuevos ejemplares se colocarán donde decida el Ayuntamiento. Espero que sea en el mismo corredor del tranvía, pues se trata de reponer aquello que las obras han destruido.
Obviamente, no todo el mundo está contento... porque como siempre, de todo tenemos que protestar... desde las asociaciones ecologistas, que ya criticaron durante las obras el trato que se estaba dando a los árboles, advierten que un ejemplar recién plantado no tiene los mismos efectos positivos para la ciudad que los plátanos que se talaron, árboles consolidados y de mucho mayor porte. “Es importante conservar los conjuntos de árboles maduros, que son los que realmente dan sombra, aportan vapor de agua, ayudan a bajar la temperatura, oxigenan la ciudad, limpian la atmósfera de polvo y polución e incluso reducen el ruido del tráfico que sufren los vecinos”, explican desde Ansar. Indudablemente, lo que dicen es cierto... pero ¿que hacemos? Lo que se ha destruido, mejor estará restituído, digo yo... El pensar que la ciudad puede hacer obras manteniendo todo tal cual está es una utopía propia de este tipo de colectivos, que por ellos, hasta la humanidad sobra. Y las obras del tranvía, han sido traumáticas para la ciudad, pero no han sido, ni mucho menos, las peores...
Los árboles, afortunadamente, crecerán y obviamente, no tendremos sombra a corto plazo... pero ya llegará el tiempo en el que sí que la den.
Pero además, el compromiso que se adquirió en su momento de plantar dos nuevos árboles por cada uno que se talara. Estos nuevos ejemplares se colocarán donde decida el Ayuntamiento. Espero que sea en el mismo corredor del tranvía, pues se trata de reponer aquello que las obras han destruido.
Obviamente, no todo el mundo está contento... porque como siempre, de todo tenemos que protestar... desde las asociaciones ecologistas, que ya criticaron durante las obras el trato que se estaba dando a los árboles, advierten que un ejemplar recién plantado no tiene los mismos efectos positivos para la ciudad que los plátanos que se talaron, árboles consolidados y de mucho mayor porte. “Es importante conservar los conjuntos de árboles maduros, que son los que realmente dan sombra, aportan vapor de agua, ayudan a bajar la temperatura, oxigenan la ciudad, limpian la atmósfera de polvo y polución e incluso reducen el ruido del tráfico que sufren los vecinos”, explican desde Ansar. Indudablemente, lo que dicen es cierto... pero ¿que hacemos? Lo que se ha destruido, mejor estará restituído, digo yo... El pensar que la ciudad puede hacer obras manteniendo todo tal cual está es una utopía propia de este tipo de colectivos, que por ellos, hasta la humanidad sobra. Y las obras del tranvía, han sido traumáticas para la ciudad, pero no han sido, ni mucho menos, las peores...
Los árboles, afortunadamente, crecerán y obviamente, no tendremos sombra a corto plazo... pero ya llegará el tiempo en el que sí que la den.
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