Uno de los arquitectos que diseño la estación del AVE en Zaragoza, reivindica el regreso de este transporte y defiende un museo ferroviario. Además, es el mayor coleccionista de tranvías.
La dedicación y la pasión por los tranvías le viene de niño, pues estudiaba en un colegio situado enfrente de cocheras y cada día los veía entrar y salir. José María Valero es el máximo especialista en este medio de transporte, ha viajado en todos los que circulan por Europa y tiene la colección particular más completa, con casi 45 unidades.
«Al principio, me hacían gracia porque eran muy vistosos», recuerda.«En Zaragoza se encontraba la fábrica más importante de España, Escoriaza. Tenía los últimos modelos, un parque muy variado y cuidaba mucho el diseño». Los tranvías desaparecieron en los años 70, con la llegada del seiscientos y los autobuses Pegaso. En Zaragoza circularon por última vez en 1975 y José María Valero prometió entonces que no volvería a subir nunca a un autobús urbano y que no pararía hasta volver a verlos circulando por las calles de la ciudad. El Ayuntamiento proyecta ahora su reimplantación, aunque se discute si es mejor el tranvía o el metro ligero.
La afición a los tranvías se ha convertido para Valero, con el tiempo, en una dedicación obsesiva, todo su dinero lo ha invertido en ellos. Compró el primero por 30.000 pesetas, pagadas a plazos, cuando estudiaba Arquitectura. La colección se acerca a los 45, que tiene aparcados en unas naves en Egea de los Caballeros (Zaragoza).En ellas los hay de todos los modelos y series: de tracción animal, de vapor y eléctricos. Es una buena representación de los que se han utilizado en toda España, un siglo de historia a través de este medio de transporte.
Tranvías adquiridos en Sevilla, Madrid, Zaragoza, San Sebastián, Cádiz, A Coruña, Valencia, Alicante, Montejo (Jaén)- de donde es el más antiguo- o en Barcelona, de donde procede el más moderno de todos ellos, originario de una partida comprada en Washington (Estados Unidos).
La colección se completa con billetes, fotografías, uniformes, carteras de cobradores, anuncios, máquinas de expender billetes y hasta una subestación eléctrica. El deseo de José María Valero es que estos materiales se muestren en un museo del tranvía; que sirvan para recorridos turísticos y artísticos, como ocurre en algunas ciudades europeas, que sacan este medio de transporte en determinadas fiestas.
Mientras, tranvías de su colección -11 totalmente restaurados- circulan por diferentes ciudades, como A Coruña y Soller (Mallorca), o están cedidos al Museo del País Vasco al Museo de Historia de la ciudad de Madrid.
Reimplantación
José María Valero ha participado, con su consultora, en todas las iniciativas para reimplantarlos, como hizo en Valencia, que llevan 10 años. Es el autor de los anteproyectos de Barcelona, A Coruña, Gijón, Vélez-Málaga (Málaga) y de los estudios de Mataró (Barcelona), Reus (Taragona), Vitoria y Lleida.
Este apasionado de los tranvías apoya el retorno de este sistema de transporte por «el respeto que supone hacia el medio ambiente, la aplicación de la informática y porque son accesibles, rápidos, cómodos y permiten contemplar la ciudad».
Aprovecha las vacaciones para asistir al bautizo de nuevos tranvías, el último de ellos en Burdeos (Francia). Está al tanto de todas las novedades relacionadas con este medio de transporte, y conoce las líneas que funcionan en 120 ciudades europeas.
Por otra parte, José María Valero fundó hace 24 años la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y los Tranvías, de la que es presidente y cuenta con 250 socios.
En este tiempo, la asociación ha recopilado un material único, que constituye la mejor colección de trenes de España: locomotoras de vapor, eléctricas, diésel, ferrobuses, automotoras y 16 coches cama y restaurantes de la antigua Compañía Internacional de Coches Cama y de los Grandes Expresos Europeos, que rodaron por Europa en el mítico Oriente Express.
Estos trenes están almacenados en Canfranc (Huesca) y Zaragoza y su destino es el Museo del Ferrocarril, aprobado en 1999 por el Consejo de Ministros con una partida de 4,8 millones de euros. En el proyecto de la estación del AVE de Zaragoza, redactado por Carlos Ferrater, José María Valero y Proyectos Civiles y Tecnológicos, figuraba el citado museo como un parque técnico y un espacio interactivo.
El Gobierno aragonés declaró dicho material bien de interés cultural.El propio Rey se interesó por el museo cuando se inauguró el AVE y son miles los aragoneses que han firmado a su favor, entre ellos, el alcalde Juan Alberto Belloch y el presidente aragonés , Marcelino Iglesias.
Sin embargo, la Sociedad Zaragoza Alta Velocidad 2002, que gestiona los terrenos aledaños a la estación, lo ha retirado del proyecto y quiere llevar el museo a otro sitio. «Nos hemos sentido maltratados. El museo no resta ningún espacio y forma un todo con la estación del AVE», apunta Valero.
La solución propuesta no permite la conexión con la red de Renfe y no habrá vías donde colocar los trenes a exponer. La asociación anuncia alegaciones y defiende la actual ubicación y que no se pierda la inversión comprometida. Está dispuesto a llevar los trenes a otro lugar y ya ha recibido ofertas de París (Francia).
LO DICHO Y HECHO
«Es silencioso y rápido, cómodo, no contamina y permite contemplar la ciudad»
1947: Nace en Zaragoza y muy pronto se interesa por los trenes y tranvías.
1975: Desaparece el de la ciudad y desde entonces no ha subido a un autobús.
1985: Organiza una exposición y escribe un libro con motivo del centenario del tranvía.
1986: Recibe el Premio Europa Nostra por la restauración del Palacio de Sástago de Zaragoza.
2000: Gana el concurso de la estación del AVE. 2004: Lucha por sacar adelante un museo del ferrocarril.
2002: Publica un libro, del que solo se publican 500 ejemplares sobre el centenario del tranvía eléctrico en Zaragoza.
El museo de transporte tendrá que venir. Yo soy partidario del mismo. Soy consciente de que en estos momentos, quizá no sea una prioridad, pero sí que habría que ir trabajando por que todo ese material pueda, algún día, exhibirse en Aragón.
4 comentarios:
Se puede discutir sobr ela forma de funcionar de la AZAFT es la adecuada o no, pero de lo que no cabe duda es de que tienen una colección con piezas únicas que sería una vergüenza que se perdieran, máxime cuando queremos optar a una capitalidad cultural. De acuerdo que no tiene la importancia de Goya, pero el patrimonio ferroviario (o de transporte, sinceramente, me encantaría que algún viejo autobús de Tuzsa fuera a un Museo de la ciudad), junto con la arqueología industrial son temas que cada vez tienen más importancia, especialmente en Europa.
Indudablemente, creo que por proximidad política, la AZAFT, podría haber hecho más. De hecho, el tranvía 57 se restauró para la exposición de 1985... ¿con dinero público? Supongo...
Pero lo que no es de recibo es que, como bien dice, disponiendo de una colección tan importante, no ya el propio Jose María Valero, sino la asociación que él preside, sería una pena que dicho material saliera fuera de Aragón...
¿Por qué no presionan a Zaragoza Alta Velocidad para que ese prometido museo, se haga una realidad?
En este museo, antes me equivoque y puse el de madrid!
http://museos.gijon.es/index.asp?MP=3&MS=152&MN=2
Ojala veamos algo parecido en Zaragoza...
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