Los accesos desde la Z-40 a Zaragoza (Ranillas, Ctra. Huesca, Cogullada y Sta. Isabel) están en obras... pero las obras no están afectando al tráfico tan apenas... sólo carriles más estrechos y en el último caso, algún cambio mínimo.
Lo que me fastidia es que las obras que están realizando, no van a solventar los problemas de los "picos" en los accesos a la ciudad, en casi todos los casos, con semáforos. Semáforos que tienen sus tiempos en verde y en rojo. En muchos casos, la regulación, al no estar relacionada con el flujo, sino que dispone de una programación regular, hace que los coches se apelotonen en los accesos, llegando incluso a formar filas en la propia Z-40, con los consiguientes riesgos de accidentes.
En hora punta, bien podría hacerse cargo la Guardia Civil o Policía Local (según a quien competa) de la regulación del tráfico en estas entradas, para evitar retenciones innecesarias en la Ronda, permitiendo el paso de vehículos parados en el semáforo rojo, cuando ya no vengan por la del disco verde. En algunos otros países, disponen de señales inteligentes, que operadas por sensor, permiten variar la programación según los flujos de unas u otras calles... Mucho sería pedir disponer de dicha tecnología en este país... pero soñar es gratis, dicen.
Si la autoridad competente no es capaz de regular los semáforos para dar más tiempo a los vehículos que provienen de la ronda, tendremos que recurrir a la policía. Desgraciadamente, para que las autoridades tomen acciones, ha de morir gente.
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