Estos días de fastuosas comidas y excesivos regalos, está de moda que las instituciones y empresas se acuerden de aquellos en situación desfavorecida.
Un juguete, una Ilusión colabora con varias ONG en todo el mundo donde reparten esa ilusión que les falta a los niños. Curiosamente, esta organización ha recogido la ayuda de varias empresas de transporte público de España.
Siempre hay un momento para ayudar a un niño (aunque sean muy ruidosos en los autobuses)
2 comentarios:
Hombre, hay niños ruidosos y otros no tanto. Pero a mí los ruidosos no me molestan, al contrario le dan alegría al trayecto.
No sé, no sé... los que van callados, pasan desapercibidos... pero... anda que los que les da por dar mal...
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