¿Quién no ha visto (incluso, por qué no, disfrutado de) el Gran Canal de Venecia? La Catedral de San Marcos con su arquitectura bizantina, el flamante Campanile, el Palacio Ducal, las palomas aumentándose de todo aquello que dejan los turistas tirado por el suelo. Los gondoleros, con esa actitud pegamentosa con la que intentan coquetear con las mujeres con el único fin de que les alquiles un viaje, un tanto sablazo, por pasear tranquilamente por los canales... Cuanto más pides, más te cobran... Al fin y al cabo, no dejan de ser un servicio "publico". Dicen que hay alrededor de 500 góndolas, pero que no salen todos los días.
Qué duda cabe, que después de tanto andar por las laberínticas callejuelas y cruzar los innumerables puentes (según dicen, mas de 400) no hay nada mejor que un macchiato o un capuccio y para los más golosos, el suculento tiramisú. Eso, cuando tienes suerte de encontrarlo. Lo que no faltan son las heladerías, con sus imponentes gelatti, famosos en el mundo entero.. Eso, sí. Sablazo por todas partes... Los turistas, al final, pagamos todo.
Los japoneses, escarmentados de los abusos por todas partes, alquilan los motoscaffi (o taxis acuáticos) y se dan el gustazo de recorrer todo en tiempo récord... El sablazo aún es mayor...Para los mas mundanos, siempre queda el recurso de los vapporetti. Sin dejar el sablazo de 6.50 € por billete sencillo de 75 minutos, es la mejor forma de desplazarse. Si se van a coger varios, es preferible hacerse con los billetes de uno, dos o tres días, que incluso permiten el uso de los autobuses que unen Venecia con Mestre (tierra firme) donde hoteles y restaurantes suelen ser más económicos y por lo general, de mejor calidad.
Los vaporetos son los "autobuses" acuáticos de Venecia. No obstante, solo circulan por el Gran Canal, rodeando las grandes islas de Venecia y también hay rutas que unen Venecia con islas aledañas, como Murano, famosa por su cristal, Burano, una Venecia más pequeña, pero que merece la pena visitar, pese al tiempo de viaje, Lido, donde se pueden visitar sus playas... Para adentrarse por los canales de Venecia, solo está la opción de góndolas o motoscaffi.
Sobre los vaporetos, hay líneas circulares, lineas cortas, líneas exprés, líneas que paran en todas partes... Los asientos al aire libre son los más codiciados por los turistas. Eso sí, los vaporetos del Gran Canal van hasta arriba de turistas por lo que encontrar un asiento es difícil... Muy difícil. Para los amantes de la noche, pasadas las doce, un servicio nocturno circular.
Una bonita ciudad, en resumen, que pese a los sablazos, siempre deja un buen sabor de boca, un álbum lleno de fotos y una experiencia inolvidable.
(Hoy me ha salido un blog... un tanto "Lonely Planet")
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