La medida se ha impuesto para garantizar la seguridad a lo largo de 1,5 kilómetros, ya que solo se hizo un apaño para reabrir el tramo Jaca-Canfranc y la rehabilitación se ha dejado hasta el mes de septiembre, según apuntaron fuentes ferroviarias a este diario. Otro parcheo que bien le vendrá, pero no mejorará la situación de la vía. Un recorrido que no dispone de suficientes viajeros por diversos factores, entre ellos, la larga duración del recorrido que por carretera se hace en un tiempo considerablemente inferior.
En septiembre se trabajará en la sustitución de las traviesas de madera por otras monobloque de hormigón y los viejos raíles pasarán a mejor vida y se montarán otros en condiciones. Esta misma operación se hizo hace un año con el mismo material, de segunda mano proveniente de Cataluña, en un tramo de poco más de cinco kilómetros entre La Peña y Anzánigo.
Advertencia para los maquinistas. La señal provisional de limitación de velocidad se ha instalado en un tramo de 1,5 kilómetros entre Villanúa y Castiello de Jaca, que incluye un túnel de cerca de 900 metros de longitud. Hasta el día del accidente, hace tres semanas, podían pasar a 60 km/h.
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