El elevado coste de las líneas de tren y de autobús en Aragón no es nuevo. La mayoría son deficitarias, lo que obliga a la Administración pública a invertir cada vez más en ellas porque además, pierden usuarios sin cesar. Por eso, Fernández de Alarcón valorará diferentes alternativas de futuro para un servicio que supone una carga inversora importante para las arcas del Gobierno. Esas vías pasarían por tratar de reducir el impacto presupuestario de la red de transporte.
En el caso de los autobuses rurales, por ejemplo, desde el 2007 han perdido el 30% de los pasajeros. Y a medida que cae el número de usuarios, crece la cuantía que el Ejecutivo autonómico debe destinar a que las líneas sigan activas. Actualmente existen 109 rutas en funcionamiento. De las 46 concedidas a empresas privadas 38 están en número rojos. El resto, 63 se gestionan a través de los llamados contratos programa y todas son deficitarias. Cada ejercicio hacen uso de este servicio 8,5 millones de personas. De ellas casi 8 son del entorno de Zaragoza y 900.000 de los pueblos, que son los que acumulan más conexiones.
La situación del tren convencional no es muy diferente. A la espera de los datos del 2010, en el 2009 se perdieron 77.000 viajeros. Solo tres líneas de las doce líneas lograron leves incrementos. Los vagones siguen circulando vacíos, lo que obliga, en tiempos de recortes y estrecheces, a explorar nuevas alternativas. Expectantes quedamos a ver qué alternativas nos proponen... que espero no conlleve una desaparición de servicios.
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