Si hace unos meses todo eran críticas contra el nuevo sistema de transporte, ahora, parece que los usuarios ya se van acostumbrando y han visto como sus críticas "politizadas" no eran atendidas y aquellos políticos que cargaban contra el tranvía, también han cambiado su línea de oposición, adoptando el tranvía como moneda de cambio para apoyar al equipo de gobierno. Pero ahora, las críticas al tranvía se centran en
problemas de capacidad, algo que ya llevo tiempo denunciando. EPA publica hoy que se necesitan más expediciones y menos interrupciones del servicio. Eso es lo que piden los usuarios al tranvía de Zaragoza después de un año utilizando la línea completa, desde Valdespartera a Parque Goya. La sensación de los ciudadanos es que en ocasiones los convoyes "se quedan cortos" a la hora de asumir la elevada demanda que asume este medio de transporte. Por eso el servicio se valora con sus luces pero también con sombras. Y es necesario. El proyecto es bueno, pero no perfecto.
De hecho, desde el Ayuntamiento de Zaragoza también se percibió en su día la necesidad de ampliar el servicio y, desde el mes de mayo, se decidió reforzar el servicio durante los fines de semana, reduciendo la espera en las paradas, y en horario de mediodía los laborables. De este modo, de 13.30 a 17 horas se introdujeron dos unidades de tranvía más para mejorar el intervalo de paso. Aun así, se queda corto. Y más, cuando se ha erradicado cualquier "competencia" de otro medio... Se trata de una línea de alta capacidad con una frecuencia de un autobús en según qué horarios... Y no es lo mismo. Aquí es donde los gestores de la línea fallan. Sobretodo, el castigo que sufren los vecinos de la línea con frecuencias que son poco atractivas y que, desgraciadamente, no tienen cómo desplazarse con otro medio. Ahí, el fallo es garrafal e inadmisible. Como tampoco lo es la concentración excesiva de viajeros que sufren ciertos horarios, básicamente, horas punta.
La sensación de algunos usuarios, sin embargo, es que en los tranvías se va "como sardinas en lata" a determinadas horas del día, como relata Carmen Rodríguez, que usa este medio de transporte para acudir a su lugar de trabajo diariamente. "Creo que todavía debe mejorar mucho. Se para a veces y por la noche deja de funcionar muy pronto. A los que salimos tarde de trabajar nos deja colgados y nos vemos obligados a coger un taxi", asegura esta pasajera mientras aguarda la llegada del Urbos a su parada.
Sí valoran los usuarios la accesibilidad, mejor que la de los autobuses. Teresa Tabernas, otra pasajera que acude ayudada por una muleta a la parada de la plaza Aragón, asegura que aunque le tenía "rabia" al tranvía, finalmente ha acabado por "reconciliarse con él" tras utilizarlo cuatro veces al día. "Se puede subir mejor, pero a veces no te puedes ni agarrar y las señoras bajitas como nosotras no llegamos", relata.
La accesibilidad a los andenes y vehículos es, de hecho, uno de los aspectos más valorados del servicio, según una encuesta de satisfacción que se realizó en noviembre del pasado año, y en la que los usuarios valoraron estas características con un 7,76. En términos generales, la nota global es de un 7,57, es decir un notable, al servicio. El sondeo también revela que el 25% de los usuarios ha sustituido el empleo del vehículo privado como consecuencia del uso del tranvía y que su utilización es mayoritariamente diaria --el 57% de los usuarios viaja en tranvía cada día y, de ellos, el 49% lo hace dos veces y el 43% en tres ocasiones o más--.
Además, un 45% viaja en tranvía para ir al trabajo, y los usos están bastante repartidos otras actividades cotidianas: ir de compras, estudios, trámites, ocio o visitas al hospital.
El trazado conecta los dos campus con el centro de la ciudad, lo que ha provocado que utilicen el servicio numerosos estudiantes. Como Andrea Lamas o Lorenzo Montana, que valoran el nuevo medio de transporte de forma positiva. "Va bien y rápido, aunque con mucha gente en la hora punta", indican. Por eso el incremento de las expediciones es una de las demandas más repetidas por los ciudadanos. Y otro punto negativo es la falta de apuesta política por extender la red a esa segunda línea, Este - Oeste... La falta de financiación, así como una falta de voluntad política están haciendo que esa segunda línea tarde en ver la luz...
problemas de capacidad, algo que ya llevo tiempo denunciando. EPA publica hoy que se necesitan más expediciones y menos interrupciones del servicio. Eso es lo que piden los usuarios al tranvía de Zaragoza después de un año utilizando la línea completa, desde Valdespartera a Parque Goya. La sensación de los ciudadanos es que en ocasiones los convoyes "se quedan cortos" a la hora de asumir la elevada demanda que asume este medio de transporte. Por eso el servicio se valora con sus luces pero también con sombras. Y es necesario. El proyecto es bueno, pero no perfecto.
De hecho, desde el Ayuntamiento de Zaragoza también se percibió en su día la necesidad de ampliar el servicio y, desde el mes de mayo, se decidió reforzar el servicio durante los fines de semana, reduciendo la espera en las paradas, y en horario de mediodía los laborables. De este modo, de 13.30 a 17 horas se introdujeron dos unidades de tranvía más para mejorar el intervalo de paso. Aun así, se queda corto. Y más, cuando se ha erradicado cualquier "competencia" de otro medio... Se trata de una línea de alta capacidad con una frecuencia de un autobús en según qué horarios... Y no es lo mismo. Aquí es donde los gestores de la línea fallan. Sobretodo, el castigo que sufren los vecinos de la línea con frecuencias que son poco atractivas y que, desgraciadamente, no tienen cómo desplazarse con otro medio. Ahí, el fallo es garrafal e inadmisible. Como tampoco lo es la concentración excesiva de viajeros que sufren ciertos horarios, básicamente, horas punta.
La sensación de algunos usuarios, sin embargo, es que en los tranvías se va "como sardinas en lata" a determinadas horas del día, como relata Carmen Rodríguez, que usa este medio de transporte para acudir a su lugar de trabajo diariamente. "Creo que todavía debe mejorar mucho. Se para a veces y por la noche deja de funcionar muy pronto. A los que salimos tarde de trabajar nos deja colgados y nos vemos obligados a coger un taxi", asegura esta pasajera mientras aguarda la llegada del Urbos a su parada.
Sí valoran los usuarios la accesibilidad, mejor que la de los autobuses. Teresa Tabernas, otra pasajera que acude ayudada por una muleta a la parada de la plaza Aragón, asegura que aunque le tenía "rabia" al tranvía, finalmente ha acabado por "reconciliarse con él" tras utilizarlo cuatro veces al día. "Se puede subir mejor, pero a veces no te puedes ni agarrar y las señoras bajitas como nosotras no llegamos", relata.
La accesibilidad a los andenes y vehículos es, de hecho, uno de los aspectos más valorados del servicio, según una encuesta de satisfacción que se realizó en noviembre del pasado año, y en la que los usuarios valoraron estas características con un 7,76. En términos generales, la nota global es de un 7,57, es decir un notable, al servicio. El sondeo también revela que el 25% de los usuarios ha sustituido el empleo del vehículo privado como consecuencia del uso del tranvía y que su utilización es mayoritariamente diaria --el 57% de los usuarios viaja en tranvía cada día y, de ellos, el 49% lo hace dos veces y el 43% en tres ocasiones o más--.
Además, un 45% viaja en tranvía para ir al trabajo, y los usos están bastante repartidos otras actividades cotidianas: ir de compras, estudios, trámites, ocio o visitas al hospital.
El trazado conecta los dos campus con el centro de la ciudad, lo que ha provocado que utilicen el servicio numerosos estudiantes. Como Andrea Lamas o Lorenzo Montana, que valoran el nuevo medio de transporte de forma positiva. "Va bien y rápido, aunque con mucha gente en la hora punta", indican. Por eso el incremento de las expediciones es una de las demandas más repetidas por los ciudadanos. Y otro punto negativo es la falta de apuesta política por extender la red a esa segunda línea, Este - Oeste... La falta de financiación, así como una falta de voluntad política están haciendo que esa segunda línea tarde en ver la luz...
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