La verdad es que el grado negativo al cual una sociedad puede llegar en sentirse eso, sociedad, tiene en Zaragoza su mayor exponente. Leyendo la noticia que publica
El Periódico de Aragón sobre la jornada de puertas abiertas de la Estación de Goya, (una pena no haber estado en Zaragoza para visitarla) uno de los comentarios es:
"Todo muy bonito, pero a mí no me va a solucionar ni servir para nada. Porque no voy a venir hasta aquí para coger un cercanías", contestaba Joaquín. Pues claro que no... como a mi tampoco me soluciona nada el tranvía de forma continua pues no vivo a lo largo de su recorrido... ni, si seguimos con este tipo de comentarios... no me sirve la línea 33. ¿Qué pasa? Que solo tenemos que alegrarnos cuando nos vienen a recoger a nuestra casa y nos llevan a TODOS los destinos posibles que podamos ir sin hacer transbordo? No podemos esperar que todas las obras nos recojan en nuestra casa y nos sirvan, porque si no me sirve a mi, igual a mi vecino sí que le sirve y le solventa muchos problemas. Tenemos que pensar más en una sociedad y menos en el individual.
Supongo que igualmente, puede pasar con el cercanías. No es válido para los zaragozanos, pues no nos permite acceder a ningún centro comercial, educativo, industrial... que justifique su uso. Sí que les vendrá bien a los de Utebo, que disponen de una estación en el mismo centro de la localidad. ¿Pero al resto? Si bien los de Utebo estarán contentos, habría que buscar formas para que ese interés se extendiera, AL MENOS, a las localidades o zonas donde tiene estación. Por ello, se necesita establecer una red, por ejemplo, en Casetas que acerque la lejana estación a la población y vea el Cercanías, como un medio cómodo y rápido de acceder a su destino.
La verdad es que el Cercanías, siempre he dicho, no tiene mucho sentido como cercanías en Zaragoza, pues los tránsitos a lo largo de la línea son suficientemente cómodos y rápidos con el autobús. ¿Que se podría mejorar? Indudablemente. Se podrían establecer servicios exprés que redujeran el tiempo de viaje, por ejemplo. El Cercanías, indudablemente en el caso de Casetas y Utebo, reduce el tiempo de viaje, pero la frecuencia actual hace perder lo ganado con un viaje rápido, a no ser que se controle el tiempo de viaje y se llegue poco antes a la estación... ¿Pero se ajusta a nuestros horarios? Posiblemente tampoco y haciendo cuentas, tengamos que esperar en nuestro destino más tiempo.
No podemos tener una red de cercanías que circule prácticamente vacíos. No podemos tener una red de cercanías que no esté integrada en un plan de movilidad por el área metropolitana que se apoye en autobuses para llegar a los rincones donde actualmente, no se llega por vía. Pero bueno. La obsesión está ahí. Y quienes organizan la movilidad no han sabido mejorarla con autobuses. ¿Simplemente van a poner trenes sobre raíles? ¿O van a hacer algo más?