Hoy he estado en Miguel Servet, que parece que tiene pronto que ser inaugurada. El carril bici discurre a lo largo de la calle, pasando por delante de paradas de autobús, algo que ya es normal en esta ciudad... Pero me ha llamado la atención algo más en el carril bici que están haciendo.
El bordillo, está presente en mitad del mismo, con lo que se terminará invadiendo la acera si dos bicicletas coinciden en dirección opuesta. Pero ¿tan difícil es hacer las cosas bien?
3 comentarios:
Es sorprendente. En Juan Carlos I el carril está a la altura de la calzada y separado de todo. Y no ha quitado plazas de aparcamiento, dicho sea de paso.
Se supone que el plan era ese: carriles a distinto nivel. Pues toma, una avenida nueva con un carril bici que sigue el trazado de la acera, para arriba y para abajo. Mira que hacerlo bajo hubiera supuesto un ahorro de materiales. Más barato. Mejor.
¿Pero las obras no son del mismo plan? ¿No deberían quedar igualitas? Cuando haya que cerrar la calle otra vez para reparar el disparate, verás quien tiene la culpa: los malvados ciclistas que sólo queremos el gasto público y fastidiar al prójimo.
No era tan difícil hacerlo bien desde el principio: un pequeño espacio a cada lado, como en el Camino de las Torres, por ejemplo. U otra cosa.
Por cierto, unos ciclistas han dado de tortas a un conductor de tuzsa. Chicos, esa no es manera de que la gente gane simpatía por los que vamos en bici.
Un saludo.
Totalmente de acuerdo, Fer. Si se está dentro de un plan de carriles bici, podrían todos tener un aspecto parecido, pero como siempre, unos los hacen una empresa, otros otra, y el Ayuntamiento no marca las pautas para la uniformidad.
¡Ah! Y haciendo reformas a posteriori, también ganan dinero... Así que ... ¿qué más da?
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