Tal y como publica Europa Press, el Ayuntamiento de Teruel estudiará cuál es el coste de llevar el servicio de autobús urbano a los diferentes barrios de la ciudad para decidir si se puede hacer extensible o no a estas zonas. De momento, la Junta de Gobierno Local ha aprobado una subvención a la empresa que gestiona este servicio, perteneciente al Grupo Jiménez, para compensar la reducción en el precio de los billetes de las personas jubiladas.
En declaraciones a los medios de comunicación, después de la Junta de Gobierno, el alcalde de Teruel, Manuel Blasco, ha explicado que antes de tomar una decisión sobre si el servicio de autobús urbano puede llegar los barrios pedáneos es necesario "estudiar el coste de llevarlo" porque "se dice muy fácil lo de llevar el servicio a un barrio en el que viven 40 personas en invierno, pero no es tan sencillo y a veces es para nada", dado que no siempre hay usuarios en estos lugares. Está claro que en los barrios pedáneos, la organización del transporte debe ser en menor medida que en los barrios de la ciudad consolidada. Parece mentira que una ciudad como Teruel, que ya dispone de dos servicios a San Blas y Villaspesa, uno en cada sentido como extensión de la línea 7. Pero efectivamente, hay que hacer un estudio pormenorizado para evaluar la necesidad de extender la red a otros barrios. Parece que la nueva corporación (o no tan nueva) va funcionando acorde con las necesidades y peticiones de aquellos a quien representa.
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