Estos días, la ciudad está imposible. Al menos, las zonas por las que discurre el tranvía... pero no solo. También la estación de Goya está afectando el tránsito por la ciudad... aunque no todas las molestias las generan las nuevas infraestructuras... tuberías, remodelaciones de calles... también están presentes en la ciudad.
Pero la estación de Goya, parece que está diseñada a un gran volumen de pasajeros.. ¿No es excesivamente grande? Lo mismo le pasa a la de Miraflores, con un edificio en medio de la nada que no son intermodales para nada. Goya, no obstante, disfrutará de la cercanía de una parada del tranvía. Pero... ¿se convertirá en una estación intermodal? ¿Dispondrá de dársenas para autobuses?
Las reformas de las ciudades están cerrando el tráfico en ciertas calles, haciendo prácticamente imposible establecer terminales de línea. Si el tranvía apuesta por una línea diametral, conllevará el recorte parcial de líneas, dejando aquellos recorridos que no coincidan con su trazado, creciendo el número de líneas radiales que tendrán que buscarse un emplazamiento para ubicar el terminal. Goya podría ser uno. La estación desértica de El Portillo, otro... Espero que las cabezas pensantes de esta ciudad hayan pensado en este punto... ¿O veremos como una vez urbanizada la zona, las máquinas vuelven para construir un terminal de autobuses?
3 comentarios:
Pues es fácil la respuesta... no hace falta ser ningún lince para darse cuenta de que va a ser igual de desértica que la del Portillo porque el servicio es rematadamente malo. Creo que la única oportunidad que tienen de que lo use alguien es convertirlo en metro subiendo las frecuencias e integrando el billete con el de TUZSA incluyendo el transbordo, y aun así tiene el handicap de que las paradas de Miraflores y la de Delicias están en medio de la jodida nada y hay que andar mínimo 15 minutos para llegar a cualquier parte civilizada perdiendo así cualquier atisbo de practicidad que pudiera tener (a excepción de si llevamos una bici a cuestas que acorte las caminatas) pero creo que alguno sí que se animaría con tal de no tener que aparcar. Pero al precio y frecuencia de cercanías no desde luego.
Si en vez de hacer el edificio más grande que les cabía para complacer al faraón se hubieran dedicado a invertir para convertir la línea en metro quizás sería más sencillo... creo, vamos :)
Tras ver tu entrada, me decidí a visitar la obra de la estación. Lo primero, y en términos arquitectónicos, y siempre sin conocer infinitos factores que determinan el proyecto (es muy fácil hablar..), es que es abominable, ya que la escala de la edificación con respecto a su entorno no tiene nada que ver, parece que está encajado con calzador. Pero bueno, esto sería objeto de otro blog. En términos de transporte, creo que es un acierto la bases que está estación establece, hoy por hoy parece que dicha estación predique en el desierto, ya que no creo que la demanda sea relevante, pero a partir de su inauguración generará un polo de atracción, y al igual que Miraflores, se construye la casa por el tejado, es decir se crea antes la oferta que la posible demanda, lo que tampoco está mal del todo, si en términos de rentabilidad y de amortización, para poder sacar partido a estas estaciones fantasmas, todo lo que se haga en el futuro tendrá que hacerse jugando con sacarle algo de partido a las mencionadas estaciones. Es un precio que hay que pagar al aprovechar el espacio ferroviario existente, modificando los flujos hacia estos puntos. Cuando el sistema de cercanías está ya en una fase de consolidación, sea efectiva y sobre todo útil, el nodo de Goya creo que será el más importante de toda la red. Hasta entonces habrá que esperar que construyan toda la base y de forma inteligente (estaciones en polígonos industriales, aeropuerto, corredor del Gállego, del Huerva, etc)
Una pequeña y sufrida aportación: me temo que la marquesina esa gigantesca va a impedir poner dársenas para buses y taxis o cualquier otra cosa. Se va a comer espacio porque sí, porque no bastaba con una escalera grandecilla y un ascensor prácticos y funcionales: había que montar un carajal que se vea desde el espacio y que sea carísimo de mantener. ¡Como los ricos!
(La estación en sí me parece genial, lo que no entiendo es el dispendio porque sí, imaginad que el metro de madrid tuviera sus cientos de estaciones con entradas como esa...).
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