Ya era hora... Con bastantes años de retraso... pero por fin, llega el sistema anti niebla al aeropuerto.
EPA publica que el aeropuerto de Zaragoza ha puesto en servicio, coincidiendo paradójicamente con el día más luminoso del año, un moderno sistema de aterrizaje que permite a los aviones equipados para ello y con pilotos habilitados maniobrar con seguridad cuando la visibilidad es prácticamente nula por haber niebla o nubes bajas.
Se trata de un gran avance técnico que ha tardado varios años en abrirse paso por las dificultades puestas por el Ministerio de Defensa, dado que la actuación afecta a las instalaciones de la base aérea y los mandos castrenses han planteado distintas exigencias durante el largo proceso de implantación, que se inició en el 2010.
La instalación del moderno Sistema de Aterrizaje Instrumental (ILS) de categoría II/III, la máxima existente, ha tenido un coste de más de siete millones de euros. Su función es facilitar la aproximación y la toma de tierra de forma precisa, para lo que se vale de equipos que definen la trayectoria de descenso de las aeronaves, aunque el alcance visual de pista sea inferior a 200 metros y exista un techo de nubes entre 0 y 30 metros.
SEÑALES El ILS (Instrumental Landing System) emite señales radioeléctricas a los aviones y les da información exacta cuando no existe visibilidad ya sea por la presencia de niebla o de nubes bajas. Envía dos señales: una senda de descenso que guía al piloto para que mantenga su ángulo de pendiente de aproximación y un localizador que le dirige y le avisa de posibles desviaciones laterales respecto al eje de la pista.
Su puesta en marcha ha sido gradual y ha supuesto adecuar y adaptar los sistemas de ayuda a la navegación y el campo de vuelos, así como la señalización y el balizamiento. "Con el ILS de categoría II/III, las compañías de pasajeros y las de carga verán incrementadas sus garantías de operación", señaló ayer el director del aeropuerto de Zaragoza, Marcos Díaz, que subrayó que su utilización "es una decisión que depende del piloto" en última instancia.
En el 2015, según informó Díaz, la baja visibilidad obligó a desviar 17 vuelos de pasajeros y ocho de cargueros pequeños. En el mismo periodo, se activó el dispositivo especial en 41 ocasiones, mientras que este año se ha hecho seis veces y se han desviado dos vuelos de pasajeros.
"Con el nuevo sistema, el techo de nubes ya no es una limitación", subrayó el director de la instalación aeroportuaria.
El equipamiento antiniebla evitará tener que desviar los aviones, en días de baja visibilidad, a los aeropuertos de Vitoria y Barcelona. Asimismo, aumentará la seguridad general, por lo que constituye un paso adelante en la consolidación del aeropuerto de Zaragoza, que ocupa un destacado lugar en los vuelos de carga. La mejora se ha visto acompañado por el ensanchamiento de las calles de rodaje y las zonas de maniobra.
Se trata de un gran avance técnico que ha tardado varios años en abrirse paso por las dificultades puestas por el Ministerio de Defensa, dado que la actuación afecta a las instalaciones de la base aérea y los mandos castrenses han planteado distintas exigencias durante el largo proceso de implantación, que se inició en el 2010.
La instalación del moderno Sistema de Aterrizaje Instrumental (ILS) de categoría II/III, la máxima existente, ha tenido un coste de más de siete millones de euros. Su función es facilitar la aproximación y la toma de tierra de forma precisa, para lo que se vale de equipos que definen la trayectoria de descenso de las aeronaves, aunque el alcance visual de pista sea inferior a 200 metros y exista un techo de nubes entre 0 y 30 metros.
SEÑALES El ILS (Instrumental Landing System) emite señales radioeléctricas a los aviones y les da información exacta cuando no existe visibilidad ya sea por la presencia de niebla o de nubes bajas. Envía dos señales: una senda de descenso que guía al piloto para que mantenga su ángulo de pendiente de aproximación y un localizador que le dirige y le avisa de posibles desviaciones laterales respecto al eje de la pista.
Su puesta en marcha ha sido gradual y ha supuesto adecuar y adaptar los sistemas de ayuda a la navegación y el campo de vuelos, así como la señalización y el balizamiento. "Con el ILS de categoría II/III, las compañías de pasajeros y las de carga verán incrementadas sus garantías de operación", señaló ayer el director del aeropuerto de Zaragoza, Marcos Díaz, que subrayó que su utilización "es una decisión que depende del piloto" en última instancia.
En el 2015, según informó Díaz, la baja visibilidad obligó a desviar 17 vuelos de pasajeros y ocho de cargueros pequeños. En el mismo periodo, se activó el dispositivo especial en 41 ocasiones, mientras que este año se ha hecho seis veces y se han desviado dos vuelos de pasajeros.
"Con el nuevo sistema, el techo de nubes ya no es una limitación", subrayó el director de la instalación aeroportuaria.
El equipamiento antiniebla evitará tener que desviar los aviones, en días de baja visibilidad, a los aeropuertos de Vitoria y Barcelona. Asimismo, aumentará la seguridad general, por lo que constituye un paso adelante en la consolidación del aeropuerto de Zaragoza, que ocupa un destacado lugar en los vuelos de carga. La mejora se ha visto acompañado por el ensanchamiento de las calles de rodaje y las zonas de maniobra.
Esperemos que esta actuación sirva para atraer más tráfico al aeropuerto.