La estadística es interesante cuando aporta información que posiblemente se desconozca. El problema de la estadística es la manipulación que hacen diferentes sectores para defender o atacar a empresas, colectivos o instituciones.
EPA publica el descalabro de pasajeros que está sufriendo el transporte público de la ciudad.
El transporte público urbano de Zaragoza ha sufrido, a lo largo de los últimos meses, la mayor caída de usuarios de su historia. Desde el 11 de marzo, unos días antes de la declaración del estado de alarma a consecuencia de la crisis del coronavirus--- hasta el 3 de agosto, el número total de viajeros se ha desplomado un 64,09% respecto a las fechas equivalentes del año, es decir, se han perdido 32.486.615 usos del transporte público. Las razones son obvias... por lo que sí... la cifra exacta, nos la da esta estadística... pero no es algo que nos llame la atención... ¿no?
En el caso del autobús urbano, si entre las fechas citadas de 2019 se registraron un total de 38.887.335 validaciones, en este año se ha alcanzado un 63,12% menos, es decir 14.341.401 usuarios. Para el tranvía, frente a los 11.794.629 viajeros de marzo-agosto de 2019, en el presente año han sido sólo 3.853.948 validaciones, un 67,32% menos. Si el "bicho" sigue atacando, hemos estado confinados, y se nos pide, en esta segunda oleada, que nos quedemos en casa en la medida de lo posible... entonces... la cifra no ha de sorprender a nadie, ¿no?
El estado de alarma, que supuso el confinamiento general, llevó a cifras nunca vistas hasta ahora y realmente mínimas, sobre todo en fines de semana. A modo de ejemplo, el 5 de abril, en pleno estado de alarma, viajaron 7.458 personas en bus (130.820 el domingo equivalente del año anterior) y tan solo 982 personas en tranvía (37.723 en 2019). Es decir, un 94,3% menos en el autobús y un 97,4% en el tranvía.
De manera progresiva, y conforme ha ido evolucionando la situación en las diferentes fases, así como las posibilidades de ocupación de los propios vehículos, también ha ido creciendo el número de usuarios aunque, en todo momento, han estado muy por debajo de sus cifras habituales. Los mejores datos se consiguieron a finales de junio y los primeros días de julio, aunque siempre han estado, como máximo, un 30% por debajo de los números del año anterior.
El inicio del período vacacional, que implica menos desplazamientos a los lugares de trabajo y un descenso, también progresivo, en el número real de personas en la ciudad, ha generado un nuevo descenso en el número de viajeros. A eso se suma, además, el regreso a la Fase 2, primero flexibilizada y posteriormente íntegra, decretada por el Gobierno de Aragón.
En esta semana los datos disponibles indican que la ocupación en el autobús se sitúa un 36,1% por debajo de sus cifras normales, mientras que el tranvía está en un rango similar, también un 36,1% menos de viajeros que en la primera semana de agosto de 2019.
A pesar de todo, y para primar los criterios de seguridad para los viajeros, durante el mes de agosto se mantiene la oferta de frecuencias existente durante el mes de julio, a pesar del previsible descenso en el número de viajeros como consecuencia del período estival, sumado a las propias circunstancias de la pandemia.
Es de agradecer que no se "castigue" al zaragozano que se quede en la ciudad en verano, ahora, en porcentaje superior, por el virus, y se mantengan las frecuencias de junio... pero... ¿Somos todos conscientes que esto tiene un coste para las arcas del ayuntamiento? ¿Podemos permitir que nuestros impuestos vayan a sufragar este servicio y al mismo tiempo, el gobierno de España nos castigue, no solo a la institución, sino a todos los zaragozanos por no conceder esa ayuda que viene para, en parte, asegurar nuestros desplazamientos por la ciudad?
Momento de reflexión...
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