Según publica EPA, Renfe ha decidido premiar a Aragón con dos nuevos trenes de la serie S-596, los conocidos como tamagochis, para que circulen por su red de ancho convencional a pesar de las reivindicaciones que desde hace años se le vienen trasladando reclamando una flota más moderna para la prestación de estos servicios. Las nuevas incorporaciones a la red de regionales se han puesto en circulación recientemente en las líneas de Canfranc y de Teruel, procedentes de la comunidad autónoma de Murcia, donde hasta ahora estaban prestando servicio, para sustituir a otros dos ejemplares de idéntico modelo «que han agotado su vida útil», explicaron desde la operadora. Dos trenes que suman, en ambos casos, más de 35 años de antigüedad.
Llegaron a Aragón hace unos días con los vinilos puestos de una campaña publicitaria en territorio murciano. Obviamente, la operadora los retiró y los puso a funcionar porque los problemas que sufrían los anteriores trenes ya eran insalvables.
El problema es que cuando solo hace unos días, en la manifestación convocada en Valencia para reclamar más inversiones en la línea de Teruel y el corredor Cantábrico-Mediterráneo, se hablaba de las condiciones «tercermundistas», se incluía también el uso de estos convoyes, que cuentan con menos de medio centenar de plazas y está lejos de las prestaciones que ofrece el actual S-599, con más del doble de asientos para los usuarios.
Sin embargo, desde Renfe explicaron que «los trenes no tienen lugar de nacimiento», forman parte de «una potente flota que presta servicio en toda España» y que se va moviendo «en función de las necesidades y atendiendo a la oferta y demanda existentes». Y que, en el caso de los criticados tamagochis, estos «también cumplen con los estándares de seguridad, fiabilidad y comodidad» de la compañía. En el caso de los dos importados de Murcia, tan solo se interpreta como un cambio de cromos para prestar el mismo servicio con el mismo tren que antes cuando los que había han agotado su vida útil.
Sin embargo, la buena nueva no ha sentado nada bien en el Departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda que dirige el nacionalista José Luis Soro en la DGA. «Es una reclamación histórica la exigencia de la mejora del material rodante que circula por Aragón. Tenemos derecho a viajar en condiciones óptimas y siempre es una mala noticia que dos nuevos tamagochis, esta vez procedentes de Murcia, vayan a hacer los trayectos de Zaragoza-Teruel y Zaragoza-Canfranc», afirmaron fuentes oficiales de la consejería. «Estamos cansados de ser el desguace donde se deja la chatarra», apostillaron.
RECLAMAR, NO OBLIGAR // El malestar es máximo y tiene que ver, no solo por la decepción por trato dispensado por Renfe a Aragón, sino porque sobre este tipo de decisiones la DGA lleva años teniendo encontronazos. «Recordamos que en todas las reuniones mantenidas con la operadora ferroviaria se ha solicitado la mejora del material rodante que circula por la comunidad autónoma y así se seguirá haciendo en próximas reuniones», aseguraron las fuentes consultadas, al tiempo que indicaron «que la decisión última la toma Renfe, por lo que podemos reclamar pero no tenemos capacidad para obligar».
El Gobierno aragonés asume las limitaciones en un pulso en el que siempre son los usuarios los que se llevan la peor parte, ya que son los que sufren las condiciones que ofrecen estos tamagochis, viejos y con numerosos problemas técnicos que, en ocasiones, les ha llegado a dejar tirados en pleno trayecto. Así que no habrá vuelta atrás en la llegada de estos dos convoyes. Lo cual queda claro que gobierne quien gobierne... Aragón no es prioritario... Supongo que al ser bonachones y campechanos... nos tomas por el pito del sereno... ¡Qué país más triste!
Llegaron a Aragón hace unos días con los vinilos puestos de una campaña publicitaria en territorio murciano. Obviamente, la operadora los retiró y los puso a funcionar porque los problemas que sufrían los anteriores trenes ya eran insalvables.
El problema es que cuando solo hace unos días, en la manifestación convocada en Valencia para reclamar más inversiones en la línea de Teruel y el corredor Cantábrico-Mediterráneo, se hablaba de las condiciones «tercermundistas», se incluía también el uso de estos convoyes, que cuentan con menos de medio centenar de plazas y está lejos de las prestaciones que ofrece el actual S-599, con más del doble de asientos para los usuarios.
Sin embargo, desde Renfe explicaron que «los trenes no tienen lugar de nacimiento», forman parte de «una potente flota que presta servicio en toda España» y que se va moviendo «en función de las necesidades y atendiendo a la oferta y demanda existentes». Y que, en el caso de los criticados tamagochis, estos «también cumplen con los estándares de seguridad, fiabilidad y comodidad» de la compañía. En el caso de los dos importados de Murcia, tan solo se interpreta como un cambio de cromos para prestar el mismo servicio con el mismo tren que antes cuando los que había han agotado su vida útil.
Sin embargo, la buena nueva no ha sentado nada bien en el Departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda que dirige el nacionalista José Luis Soro en la DGA. «Es una reclamación histórica la exigencia de la mejora del material rodante que circula por Aragón. Tenemos derecho a viajar en condiciones óptimas y siempre es una mala noticia que dos nuevos tamagochis, esta vez procedentes de Murcia, vayan a hacer los trayectos de Zaragoza-Teruel y Zaragoza-Canfranc», afirmaron fuentes oficiales de la consejería. «Estamos cansados de ser el desguace donde se deja la chatarra», apostillaron.
RECLAMAR, NO OBLIGAR // El malestar es máximo y tiene que ver, no solo por la decepción por trato dispensado por Renfe a Aragón, sino porque sobre este tipo de decisiones la DGA lleva años teniendo encontronazos. «Recordamos que en todas las reuniones mantenidas con la operadora ferroviaria se ha solicitado la mejora del material rodante que circula por la comunidad autónoma y así se seguirá haciendo en próximas reuniones», aseguraron las fuentes consultadas, al tiempo que indicaron «que la decisión última la toma Renfe, por lo que podemos reclamar pero no tenemos capacidad para obligar».
El Gobierno aragonés asume las limitaciones en un pulso en el que siempre son los usuarios los que se llevan la peor parte, ya que son los que sufren las condiciones que ofrecen estos tamagochis, viejos y con numerosos problemas técnicos que, en ocasiones, les ha llegado a dejar tirados en pleno trayecto. Así que no habrá vuelta atrás en la llegada de estos dos convoyes. Lo cual queda claro que gobierne quien gobierne... Aragón no es prioritario... Supongo que al ser bonachones y campechanos... nos tomas por el pito del sereno... ¡Qué país más triste!
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