HdA publica que el centro tecnológico zaragozano Aitiip sigue demostrando que la tecnología aditiva o 3D, en la que es un especialista, tiene aplicaciones que van más allá de lo estrictamente industrial. La entidad ha participado en un proyecto muy singular, la recreación de un vagón centenario del Metro de Madrid a escala 1:14 que incluye todo lujo de detalles. El resultado del trabajo realizado por ingenieros del centro aragonés con personal de Patrimonio Histórico y de Talleres Centrales del Metro de Madrid es una maqueta de un metro de largo que está expuesta en el Museo ABC de la capital española hasta este domingo.
«Esta es la primera vez que colaboramos con Metro de Madrid y ha sido en un proyecto realmente emblemático», afirma Berta Gonzalvo, directora de Investigación de Aitiip Centro Tecnológico. Este trabajo, señala, «nos ha permitido enfrentarnos a retos en el desarrollo de detalles (como lámparas, asientos, barandillas, emblemas, etc.) con un acabado estético de alta definición versus la dimensión total de cada vagón y del tren completo».
El modelo de coche del metro madrileño que ha sido reconstruido es el MR9 Cuatro Caminos. Este cubría en el año 1919 los 3,48 kilómetros que separan la estación de Sol a la de Cuatro Caminos a una velocidad máxima de 55 kilómetros por hora, pasando por seis estaciones intermedias. El coche medía 11,75 metros de largo y en él cabían 114 personas en el tramo donde estaba el motor y 120 en el remolque. El vagón funcionó hasta los años 80.
«En Aitiip llevamos 20 años diseñando e imprimiendo en 3D», reseña Berta Gonzalvo. «Disponemos del conocimiento y de la infraestructura y maquinaria para realizar desde piezas y productos pequeños hasta material de más envergadura, de 1 m3», añade antes de hablar de Kraken, el proyecto europeo que presentaron en septiembre pasado y que les ha permitido diseñar la impresora 3D multimaterial más grande y precisa del mundo, cuya célula de trabajo es de 20x5x6 metros.
«Podemos imprimir con materiales plásticos de altas prestaciones (poliamida con fibra de carbono, polieterimida, ABS, PC, entre otros), resinas estéticas con diferentes durezas e incluso combinadas (rígido-elástico), formulaciones a la carta de resinas de poliuretano, composiciones basadas en cerámicas o polímeros con fibras largas», destaca la directora de Investigación del centro ubicado en el polígono zaragozano de Empresarium. Incluso, agrega finalmente Gonzalvo, ahí pueden imprimir con acero micronizado y deposiciones de filamentos de diversos materiales, tanto para piezas como para moldes.
Aitiip ya había participado anteriormente en el desarrollo de maquetas de varios edificios, entre ellos los expuestos en la Expo 2008 en el pabellón de Zaragoza, recreaciones de puentes e incluso de orografías como la de la ciudad de Al Zubarah (Qatar), expuesta en el Qatar Museum en Doha. «Este tipo de proyectos son de unos miles de euros, sin embargo lo realmente importante es la repercusión industrial y social», responde Berta Gonzalvo al ser preguntada por la repercusión económica de recreaciones como la del Metro de Madrid.
El centro tecnológico que trabaja en Empresarium ha dado un salto cualitativo con el citado proyecto Kraken, que le ha permitido contar con una tecnología propia única, un sistema que combina resina y metal que permite fabricar prototipos y maquetas de muy gran tamaño, como diseños para arquitectura e industria. Un ejemplo ha sido la producción de una maqueta a escala 1:2 de uno de los últimos modelos de automóviles de Pininfarina.
«Esta es la primera vez que colaboramos con Metro de Madrid y ha sido en un proyecto realmente emblemático», afirma Berta Gonzalvo, directora de Investigación de Aitiip Centro Tecnológico. Este trabajo, señala, «nos ha permitido enfrentarnos a retos en el desarrollo de detalles (como lámparas, asientos, barandillas, emblemas, etc.) con un acabado estético de alta definición versus la dimensión total de cada vagón y del tren completo».
El modelo de coche del metro madrileño que ha sido reconstruido es el MR9 Cuatro Caminos. Este cubría en el año 1919 los 3,48 kilómetros que separan la estación de Sol a la de Cuatro Caminos a una velocidad máxima de 55 kilómetros por hora, pasando por seis estaciones intermedias. El coche medía 11,75 metros de largo y en él cabían 114 personas en el tramo donde estaba el motor y 120 en el remolque. El vagón funcionó hasta los años 80.
«En Aitiip llevamos 20 años diseñando e imprimiendo en 3D», reseña Berta Gonzalvo. «Disponemos del conocimiento y de la infraestructura y maquinaria para realizar desde piezas y productos pequeños hasta material de más envergadura, de 1 m3», añade antes de hablar de Kraken, el proyecto europeo que presentaron en septiembre pasado y que les ha permitido diseñar la impresora 3D multimaterial más grande y precisa del mundo, cuya célula de trabajo es de 20x5x6 metros.
«Podemos imprimir con materiales plásticos de altas prestaciones (poliamida con fibra de carbono, polieterimida, ABS, PC, entre otros), resinas estéticas con diferentes durezas e incluso combinadas (rígido-elástico), formulaciones a la carta de resinas de poliuretano, composiciones basadas en cerámicas o polímeros con fibras largas», destaca la directora de Investigación del centro ubicado en el polígono zaragozano de Empresarium. Incluso, agrega finalmente Gonzalvo, ahí pueden imprimir con acero micronizado y deposiciones de filamentos de diversos materiales, tanto para piezas como para moldes.
Aitiip ya había participado anteriormente en el desarrollo de maquetas de varios edificios, entre ellos los expuestos en la Expo 2008 en el pabellón de Zaragoza, recreaciones de puentes e incluso de orografías como la de la ciudad de Al Zubarah (Qatar), expuesta en el Qatar Museum en Doha. «Este tipo de proyectos son de unos miles de euros, sin embargo lo realmente importante es la repercusión industrial y social», responde Berta Gonzalvo al ser preguntada por la repercusión económica de recreaciones como la del Metro de Madrid.
El centro tecnológico que trabaja en Empresarium ha dado un salto cualitativo con el citado proyecto Kraken, que le ha permitido contar con una tecnología propia única, un sistema que combina resina y metal que permite fabricar prototipos y maquetas de muy gran tamaño, como diseños para arquitectura e industria. Un ejemplo ha sido la producción de una maqueta a escala 1:2 de uno de los últimos modelos de automóviles de Pininfarina.
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