Vivimos en tiempos revueltos... Hay quienes describen el período en el que vivimos de tiempos de preguerra... Una época sin ley... para algunos, claro está. Los políticos están jugando a un peligroso juego, en el que los ciudadanos, espectadores de la situación impune en la que se mueven, ven como el voto no sirve para nada. Son incapaces de llegar a acuerdos por el bien de la sociedad sino que siguen velando por sus intereses partidistas en posiciones caducas propias del siglo XX, anclados en esa separación entre derechas e izquierdas que se están encargando de revivir... y todos sabemos en qué terminó dicha lucha... ¿No hemos aprendido? ¿De verdad que no hemos aprendido a convivir?
Tenemos una situación de castigo por parte de la sociedad a un sistema lleno de injusticias... pero sigue habiendo dos fuerzas mayoritarias... incapaces de negociar un sistema que le ha valido, por ejemplo, a Merkel.
Aqui, nuestros políticos saben más que nadie... y no se bajan del carro. Una situación similar a la que viven los autobuses urbanos, donde ambas partes son incapaces de llegar a un acuerdo... porque son malos negociadores.
A Teresita (hacía tiempo que no la hacía partícipe de mis comentarios) le pasa lo mismo. Ha llegado al Ayuntamiento... ¿Y qué ha hecho? Carriles bici... y aun planea estrangular más las calles de la ciudad en detrimento de los malos, los demonizados: los vehículos particulares. Indudablemente, hay conductores que se saltan semáforos, circulan a más velocidad de la debida... como hay peatones que cruzan por donde quieren... pero todo, normalmente, con cierto raciocinio... aunque, como siempre pasa, hay mucha cabra suelta. Ahora... las bicicletas tienen más derechos que obligaciones. Básicamente, la ley les "ampara" en todo aquello que hace... pero no les protege.
La ley les permite circular sin respetar el entorno por el que circulan... por eso, pueden saltarse el semáforo en rojo con libertad de no ser multados por ello. Pueden circular sin seguro.. cuando los "endiablados" son multados por no hacerlo. No están registrados en ningún censo... ni han pasado ningún examen como sus "hermanas" las motos sí que lo tienen que pasar. Ciertamente, para pedalear, no se necesita examen, pero sí, para saber comportarse en un entorno en el que circulan, con unas normas que son para todos, grandes y pequeños vehículos... y que las bicicletas no respetan. Un semáforo en rojo fastidia a todo aquel que se lo encuentre... bien sea, en coche, autobús, moto o bicicleta. ¿Por qué las bicicletas tienen la potestad de saltárselo? ¿Acaso esa necesidad de un semáforo rojo para otros "jugadores" no es aplicable las bicicletas por algo en particular? Para todos aquellos que tanto les gusta referirse al extranjero para argumentar las cosas... que vayan a Copenague o a Amsterdam donde las bicicletas tienen sus semáforos o los comparten con los coches y, bajo un frío propio de esos países, lluvias y demás... las bicicletas los respetan.
Se llama... convivencia... y como en otros ámbitos, los políticos españoles trabajan no para la comunidad, sino para sus intereses y si acaso, para sus "afines"... Teresita, bicicletera de pro, sigue la política de su antecesora de construir más carriles bici, por el bien de aquellos que deciden moverse con este medio... pero en ningún momento hace nada para evitar accidentes ni para normalizar la situación anárquica de su presencia en una comunidad con más usuarios.
Los políticos hacen leyes... para lo que les interesa, dejando indefensos a aquellos que, dentro de una comunidad, se les concede privilegios... cuando lo lógico sería que un buen político legislara para todos, evitando situaciones de desigualdad para todos... ¿Es ahora cuando me despierto de mi sueño ideal?