EPA publicaba ayer que el Ayuntamiento de Zaragoza invertirá 46 millones en la compra de 68 autobuses eléctricos que se sumarán a los cuatro que ya circulan por la ciudad. Es el primer paso para conseguir el objetivo que se ha marcado el Gobierno de PP-Cs: que la flota sea 100% sostenible en el 2030 y la ciudad “climáticamente neutra”. Para que esto suceda, la capital destinará hasta 150 millones en la renovación integral de la flota en la próxima década.
Todavía no se ha decidido qué modelo se comprará, aunque la concesionaria, Avanza Zaragoza, lleva tiempo testando dos modelos, uno de la marca china BYD y otro que se fabrica en el País Vasco, Irizar. El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha explicado que las adquisiciones se harán de forma progresiva durante este año y el próximo, de manera que el 2023 se iniciará con 73 buses eléctricos de los 352 que tiene la flota, que ya cuenta con 111 híbridos. Está previsto que 51 tengan una longitud de 12 metros y el resto, 17, sean articulados.
“Zaragoza no va a comprar más buses contaminantes”, ha recalcado el primer edil, que ha insistido en que a partir de ahora “consumirán energías limpias para reducir la contaminación”. Con estos nuevos vehículos, el ayuntamiento calcula reducir las emisiones de CO2 que provoca la movilidad en la ciudad un 15% en los próximos años y, una vez que la flota esté completamente renovada, se llegará a reducir hasta un 30%. Sustituir cada bus diésel por uno eléctrico va a suponer un ahorro de 1.700 toneladas de CO2 a lo largo de su vida útil. Cuando la totalidad de los vehículos sea sostenible, el ahorro será de 621.000 toneladas.
Este es el principal objetivo y un motivo por el que merece la pena la compra de estos autobuses, aunque supongan una inversión mayor. Según ha indicado Azcón, si se hubiera optado por buses contaminantes, el gasto se elevaría hasta los 34 millones en lugar de hasta los 46, sin embargo, a largo plazo supondrá un ahorro de 210.000 euros por vehículo ya que el consumo energético es menor y más barato que el diesel y su mantenimiento es mucho más sencillo y, por lo tanto, más barato.
Estación de carga
Para poder recargar los vehículos, Endesa se encargará de construir la instalación de recarga en cocheras y que conllevará una inversión de otros 12 millones. Los trabajos empezarán “en semanas” y estarán terminados a finales de este año, ha explicado Azcón.
La compañía ya está trabajando junto a Avanza en el diseño y realización de una conexión con la subestación transformadora de Torre Olivera, desde donde se llevará una línea de alta tensión. Cada pantógrafo, montado en una estructura fija, permitirá que los buses carguen por las noches sus baterías. Habrá uno para cada vehículo, de manera que se van a instalar 75 cargadores, 37 para los de 12 metros de largo y otros 38 que tendrán mayor potencia para los de 18 metros. También habrán cargado adicional semirápido de 300 Kw para cubrir imprevistos.
El 61% de los buses ya tiene cámaras para controlar el aforo
En transporte público sigue actualizando los sistemas para mejorar la calidad del aire y minimizar las posibilidades de contagio. En el caso del autobús, 220 de los 352 vehículos que tiene la flota ya disponen de las llamadas «mantas filtrantes», que aumentan la capacidad de filtrado de las partículas dispersas en el aire un 50%, según explicaron ayer desde la concesionaria encargada del servicio, Avanza Zaragoza.
También se han instalado cámaras en las puertas por las que los pasajeros abandonan los vehículos para controlar los aforos. Estos aparatos, conectados con las validadoras, ofrecen información en tiempo real sobre el número de personas que se encuentran en el interior del vehículo, de manera que el conductor podrá valorar en todo momento si se están cumpliendo los aforos decretados. Ya se han instalado en 216 buses y se va a seguir con el proceso hasta llegar a toda la flota. Según indicaron desde Avanza, todavía se están «calibrando» ya que se trata de un sistema nuevo que debe adecuarse a las necesidades.
En los tranvías también han instalado los filtros en los conductos del aire acondicionado y cada convoy dispone de seis, uno en cada cabina y cuatro en el resto de los coches.
Ambas empresas insisten en que lo más importante es la ventilación.