Un buen gobierno es el que hace cosas por su gente y sabe cómo hacer que todo lo que haga, cueste lo mínimo posible. Y el tranvía... cuesta dinero... como también cuestan otras tantas cosas que nuestros políticos hacen. El tranvía no será quizá el medio perfecto, pero la línea 1 está funcionando. ¿Puede mejorar? Todo en la vida puede mejorar.
El carpetazo al proyecto del tranvía deja claro que el equipo de gobierno del Ayuntamiento está carente de ideas de donde obtener ayuda a la financiación. La ciudad está endeudada hasta la médula, claro está... pero eso no implica que no se puedan buscar fórmulas para seguir haciendo cosas.
No olvidemos que aunque es verdad que el PP se ha posicionado contrario al tranvía en los últimos años, lo cierto es que la ciudad necesita un medio de transporte de alta capacidad por los grandes corredores, que una falta de estrategia, castiga. Los autobuses híbridos sólamente, no mejoran esa falta de capacidad y no olvidemos que siguen contaminando cuando funciona el motor de gasoil.
HdA publica que
el culebrón de la segunda línea del tranvía está a punto de llegar a su fin. La historia de un posible eje tranviario este-oeste comenzó hace más de seis años y su desarrollo ha estado sembrado de debates, polémica y dudas sobre su viabilidad. El nuevo gobierno PP-Cs ya ha tomado la decisión –como prometieron en campaña– de descartar el proyecto. Con este carpetazo se aparcarán ‘sine die’ estudios que han costado más de un millón de euros. Además, el Consistorio de la capital aragonesa tendrá que renunciar a una subvención europea de algo más de 700.000 euros con la que se pretendía estudiar la conexión de la línea 2 con la estación intermodal de Delicias. La línea 2 del tranvía debe llegar, sí o sí, a la Intermodal.
El PP fue, desde el origen del proyecto, el principal opositor de la línea 2 del tranvía. Ahora en el gobierno, ha decidido descartar el plan. «La situación económica con la que se ha encontrado este gobierno imposibilita, ya de entrada, una inversión de este calibre», reiteran desde PP-Cs. El coste de esta segunda línea, ya con su trazado final decidido, se iba a elevar hasta los 234 millones de euros. Además, el nuevo gobierno municipal considera que la primera línea ha dejado una hipoteca importante a la ciudad que se agravaría con un nuevo trazado, y que la red de autobuses tendría una dificultosa reconfiguración con un eje tranviario cruzando de lado a lado de la ciudad.
Esta decisión llega a pocos meses de que el Consistorio tenga, por fin, todos los estudios previos que eran necesarios para sacar a concurso las obras. En enero de 2015 se adjudicó la redacción del estudio de viabilidad, anteproyecto, proyecto constructivo, plan de explotación y programa económico de la línea. Deberían haber estado listos para comienzos de 2017, pero varias suspensiones del contrato los han ido retrasando. El último plazo de entrega se fijó para el próximo mes de diciembre.
El gobierno PP-Cs aún no ha decidido si va a rescindir este contrato, teniendo en cuenta que no piensa sacar a concurso las obras. Fuentes municipales señalaron que primero se quiere comprobar qué estudios ha hecho la consultora Idom/Typsa y cuáles quedan por hacer. Especialmente se quiere revisar «si se han analizado todas las alternativas» para este trazado. Con esta información en la mano, los nuevos responsables de Movilidad decidirán si se apuesta por alguna otra opción que mejore la comunicación del eje este-oeste.
El carpetazo a la línea 2 también supondrá la renuncia a una subvención europea para estudiar la movilidad en el entorno de la estación intermodal de Delicias. Se trata del proyecto Linking Zaragoza, por el cual el Ayuntamiento iba a recibir algo más de 700.000 euros. De hecho, fuentes municipales señalan que ya se había recibido una pequeña parte que se va a devolver.
La segunda línea del tranvía estaba recogida en el anterior plan de movilidad, y se empezó a cocinar al calor de la inauguración de la primera (Valdespartera-Parque Goya). El gobierno de Belloch decidió apostar por ella, con una estrecha mayoría política que la respaldara. Los servicios municipales comenzaron a trabajar en un anteproyecto, y el gobierno socialista barajó primero hacer solo un ramal a Las Delicias por 80 millones. Incluso pensó hacerlo sin sacar las obras a concurso, encargándoselas a la empresa que gestiona la línea 1 como una modificación de contrato.
Finalmente se decidió ampliar el proyecto desde Las Delicias hasta Las Fuentes, con varias posibilidades abiertas para fijar su trazado definitivo. Tras estudiarlas, y después de someterlo a la votación de los vecinos, se decidió que el recorrido partiera de Valdefierro y recorriera la avenida de Madrid, calle Rioja, avenida de Navarra, Escrivá de Balaguer, paseo de María Agustín, paseo de Pamplona, paseo Constitución, paseo de La Mina y Miguel Servet. Desde allí saldrían dos ramales, uno hacia Las Fuentes por Compromiso de Caspe y Rodrigo Rebolledo; y otro por la avenida de San José hasta el Canal. En total, 9,8 kilómetros de trazado tranviario y 21 paradas.
Casi cinco años después de encargar el proyecto, el Ayuntamiento recibirá todos los documentos, pero no ejecutará las obras. La falta de consenso en torno al plan, que ha sido clave desde el origen del mismo, hará que la línea 2 se quede, de momento, en algún cajón de algún despacho del Ayuntamiento. Este carpetazo significa un castigo a la movilidad de la ciudad. Un castigo por despecho de un partido que no apuesta por el transporte público. Todo cuesta dinero... y cuando no lo hay, ciertamente, es cuestión de plantearse qué hacer... pero un carpetazo no es postponerlo... es echar por tierra el consenso que hubo en su día por crear un medio de transporte de alta capacidad, es echar por tierra el trabajo de los predecesores, es echar por tierra una estrategia de movilidad... y es seguir apostando por una ciudad llena de autobuses que duplican recorridos. La apuesta por el tranvía no tiene que redundar en no disponer de autobuses, sino lo que tiene que suponer es llegar a hacer una malla más local en los barrios para conectarse al tranvía. El tranvía no tiene que suponer una barrera si se hacen las cosas bien. La línea 1, como he dicho, tiene puntos de mejora, pero hay que ver la renovación de la ciudad que ha supuesto la llegada de la línea 1, y la mejora de la movilidad en su eje, con una clara reducción de tráfico... Llegar al ayuntamiento y dar carpetazo deja claro que nuestros políticos están mejor sentadicos en su silla, que no buscando esa financiación, algo que, por ejemplo, sus antecesora del PP, Luisa Fernanda Rudi, supo hacer. Buscar financiación. Ahora no se debe llevar... parece ser.
La estrategia de ciudad debe ir en una dirección, sea quien sea el que gobierne... y lo que no podemos permitir es vivir con un gobierno cuya estrategia sea "hoy si, mañana no"... según, como se levante quien nos gobierne.