ATENAS Y SU TRANVÍA

Atenas apostó para las Olimpiadas de 2004 con una reforma de su sistema de transporte urbano. Invirtió en el tranvía como la mejor forma de conectar el centro de la ciudad con la costa, creando 3 líneas que circulan por la combinación de los tres recorridos que conforman las vías:

3 - Syntagma - Glyfada, a través de las zonas de Nea Smyrni, Paleó Fáliro, Álimos, Ellinikó

4 - Syntagma - Estadio Irinis & Filias (Neo Fáliro), a través de las zonas de Nea Smyrni y Paleó Fáliro, y a continuación a lo largo de la avenida costera.


5 - Glyfada - Estadio Irinis & Filias, a través de la avenida costera y del Delta de Fáliro



En la foto, parado en un semáforo, el tranvía saliendo del centro, con la Acrópolis detrás.


Quizás los restos arqueológicos, que tanto cuestan para que el metro avance por la ciudad, fueron la opción lógica, aunque personalmente pienso que se optó por el tranvía por motivos económicos, pues como bien sabemos, el coste del metro es bastante superior al del tranvía.



En Atenas, el tranvía está operado por la compañía Tram, S.A. cuya web está solamente en griego.

Las rutas se realizan en su mayor parte por una vía reservada, lo que le permite no atascarse en los tradicionales embotellamientos de la capital griega. No obstante, sigue siendo un viaje relativamente lento ya que el recorrido es algo sinuoso y no dispone de prioridad semafórica, algo que creo debería tener para agilizar sus viajes.

El hecho de que termine en la plaza Syntagma también es un problema. El país es bien conocido por las huelgas que sufren con regularidad. Cuando estuve yo, el lunes hubo huelga de transporte; el martes huelga general; el miércoles, huelga del pequeño comercio... Y todas las huelgas se concentran en Syntagma, (Constitución en griego) donde está el parlamento. Obviamente, las huelgas impiden el buen funcionamiento de las líneas que hasta allí llegan.

Aun con todos los inconvenientes, el tranvía ateniense, va ganando pasajeros y además contribuye a mejorar el gran problema del tráfico y el nefos, la perpetua nube de contaminación que hay sobre la ciudad.