lunes, agosto 16, 2010

LOS COMERCIANTES DEL RASTRO QUIEREN MÁS DÍAS DE VENTA Y OTRA UBICACIÓN

Según informa Aragón Digital, los comerciantes del rastro quieren más días de venta y otra ubicación para hacer frente a las pérdidas que soportan este año.

Los vendedores ambulantes del Mercadillo no se han escapado de los devastadores efectos de la crisis. Con caídas de las ventas que alcanzan el 80% respecto a las cifras del año pasado, los comerciantes solicitan al Ayuntamiento que les permita trabajar en la capital aragonesa uno dos días más en otra ubicación, como ocurre en otras ciudades españolas.

Una cosa es que quieran trabajar más, loable y bajo mi punto de vista, sin problema. Ahora... las excusas que argumentan para defender la propuesta, no me parecen aceptables:

Con esta medida, los comerciantes buscan soluciones a las elevadas pérdidas que acumulan en los últimos años, pues, según Carbonel, la crisis para los vendedores del Rastro comenzó cuando les obligaron a abandonar el emplazamiento del parking de La Romareda. Llevan verdadera obsesión con el cambio de ubicación de la Romareda... pero señores... aunque es cierto que alguien, por cercanía, pudiera bajar al rastro con más frecuencia (habitantes de Romareda), también es cierto que quien es usuario del Rastro, va a él, esté donde esté. Sólo hay que ver las filas en los autobuses, que en según qué horario, son tan grandes que los autobuses no dan capacidad suficiente y eso que en el caso de la 34, la frecuencia es buena y dispone de articulados. Quizás las circulares debieran llevar este tipo de vehículos el domingo por la mañana.

En cuanto a la actual ubicación, en el aparcamiento próximo a la estación de Delicias, Carbonel ha reconocido que el emplazamiento es “bueno”, aunque “faltan mejores comunicaciones de transporte” con los distintos barrios de la ciudad. La verdad es que con las circulares, que conecta el Rastro con gran cantidad de barrios, la 48 y la 34 que van al centro, el cercanías que trae gente de los barrios del Oeste, la 51 en las proximidades, así como la 27, 36, 42 y 52, así como varias líneas de barrios y Consorcio, también cercanas, la cobertura es buena, además de tener en cuenta que cuando el rastro estaba en Romareda, no existía la tarjeta bus, algo que hoy está extendida entre la población que puede hacer los trasbordos necesarios si alguna de las líneas anteriores no llega hasta el barrio.

“Estamos hablando de gente que a lo mejor vende diez o veinte euros al día. No estamos sacando ni para cubrir los gastos de la Seguridad Social ni para pagar las cuotas mensuales al Ayuntamiento”, ha lamentado. El problema del rastro, pienso, es que hay muchos vendedores vendiendo lo mismo. Creo que cuando se han ido cambiando de ubicación, se han ido aumentando los puestos y creo que el problema está ahí. No obstante, dudo que solo se vendan diez o veinte euros al día, por que gente hay... y mucha. Algún día particular cuando la climatología sea desfavorable... puede que sea el caso, pero me niego a pensar que todos los días sólo hacen 20 Euros de caja.

A la crisis económica que ha contraído el consumo de las familias, los vendedores del Rastro han visto como la climatología, de la que dependen estrechamente, tampoco les ha añadido. Durante los meses de mayo y junio, tradicionalmente los de mayor venta, los vientos y las lluvias de esta primavera disuadieron a muchos compradores de acercarse hasta los puestos. Y dicho factor, sería el mismo en otra ubicación.

Entiendo que quieran trabajar más... pero me parece que sus argumentos son algo flojos. Ahora el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio tendrán que tener en cuenta también los intereses del resto de comerciantes de la ciudad, víctimas también de la crisis... a quien no les va a hacer mucha gracia tener más días de rastro.

2 comentarios:

Luis dijo...

Y seguro que al pequeño comerciante de barrio también le gustaría estar en el paseo Independencia porque tendría más ventas...
Por cierto, no olvidemos que tenemos unos de los rastros más cutres y chabacanos que he visto, no tiene ese "algo especial" de otras ciudades, y encima deja su emplazamiento hecho una auténtica pocilga, y eso no ha cambiado, curiosamente, pese a la modificación de su emplazamiento.

manuel dijo...

Me parece bien que protesten de lo que quieran, pero si pagasen sus impuestos como cualquier comerciante pequeño.